En los próximos días, América hará válida la opción de compra de Federico Viñas, cuyo costo está entre cinco y seis millones de dólares.
Los pollos desean hacerlo antes de que suceda cualquier situación “extraña”, el propósito es firmar un contrato de cinco años, tal y como lo hicieron en su momento con Nicolás Benedetti, a quien veían con grandes cualidades y como un material de exportación europea, aunque las lesiones han sido su némesis.
Viñas está convertido en un verdadero diamante en bruto para las Águilas y, aunque llegó procedente del equipo uruguayo Juventud de Piedras sin muchos reflectores, y prácticamente como un jugador desconocido hace poco más de seis meses por una lesión de Nico Castillo, sus goles han hablado por sí solos y en poco tiempo se ha ganado el cariño de la afición.
“Nunca nada de esto que está pasándome me lo imaginé, yo pensaba que vine a no jugar pero, por las circunstancias de mis compañeros, hemos estado jugando bastante y sí, todo esto es nuevo para mí, pero hay que estar tranquilos”, confesó el charrúa, por quien América pagó una cuota de préstamo de 190 mil dólares.
Con esto, las Águilas también se ahorrarán casos como el de Guido Rodríguez, quien puso entre la espada y la pared a la directiva al no renovar su contrato original de sólo de tres años, e irse al Betis con una cantidad que no tenían estipulada en Coapa. Tener a Federico con un “multianual” les da tranquilidad para cualquier interés europeo, y ahora sí poder venderlo bien en el futuro a mediano plazo, sin la presión de que se pueda irse “gratis” al estar por concluir una situación contractual. Por supuesto, el sueldo del uruguayo también será mucho mejor, una vez que se ha ganado su lugar en la cancha.
“Sabía que tenía que estar tranquilo, porque era consciente de que arriba estaban Nico y Henry haciéndolo bien y yo seguía entrenando con fuerza hasta que llegara una oportunidad y, cuando llegó, la aproveché”, afirmó.
