Efraín Álvarez, durante un duelo con el Galaxy donde tuvo una participación muy buena

Mientras Efraín Álvarez se preocupa por los granos y de a quien le va a dedicar su próxima “manuela”, las Federaciones de México y Estados Unidos lo hacen por tenerlo en sus selecciones nacionales.

Álvarez, de 16 años, deslumbra en el Galaxy, club en el que hizo historia al ser su debut más joven, y aunque hoy se mantiene en la convocatoria del Tricolor infantil, no le cierra las puertas a elegir finalmente al representativo de las Barras y las Estrellas, que también sueña con convencerlo para ir a sus filas.

Es la dualidad del talentoso mexicoestadounidense, un mediapunta chispeante, que nació y creció en Los Ángeles, en familia mexicana, con la posibilidad de vestir las playeras de las dos selecciones nacionales. Ya lo hizo en categorías inferiores, en amistosos con las Sub 15 de ambos. Esta semana se incorpora a la Sub 17 tricolor que se concentra en California. Su futuro parece decidido, pero Efraín aguarda para poner el punto final. “No es que quiera jugar más con uno o con otro, yo he elegido a México por ahora, pero nunca puedes cerrar las puertas a Estados Unidos. Ya cuando se de el momento en el que tenga que decidir, tendré que hacerlo, por ahora no me cierro”, explicó Álvarez, conocedor aún de que no ha disputado partido oficial que le impida cambiar de selección por reglamento de FIFA. “México ha sido muy respetuoso, no me han dicho que quieren que sólo esté con ellos; al primer campamento que fui me dijeron que si quería regresar no tendría ningún problema. Yo estoy feliz en México y así pienso seguir”, añadió. Efraín nació en Los Ángeles en una familia de origen mexicano por su madre, oriunda de Zacatecas, y su padre, de Guadalajara. Desde los 11 años ingresó a la Academia del Galaxy y al firmar como profesional el año pasado, se convirtió en el séptimo más joven de la MLS.

El reflector subió de intensidad sobre Álvarez la semana anterior, cuando se convirtió en el más joven en debutar con Los Ángeles, donde destacó sobre sus compañeros; actuación que no pasó desapercibida ni para el gran Zlatan Ibrahimovic, su compañero: “Lo voy a zapear si no hace lo que digo… Es un buen chico, trabaja duro, escucha y se quiere superar día a día”.