Doña Tere
Doña Tere, hizo historia en Grupo Megamedia

“Doña Tere”, tocó las puertas del Diario de Yucatán en 1985, sin imaginar que sería su segunda casa por más de 35 años

Cuando Teresa Pech Uicab, ‘Doña Tere’, viuda de Velázquez, se presentó en el edificio de Diario de Yucatán aquella lejana primavera de 1985 para presentar los exámenes de rigor del departamento de Capital Humanos, que encabezaba entonces la licenciada Guadalupe Chay. No podía siquiera imaginar el rumbo que estaba a punto de tomar su vida, estaba a un paso de embarcarse en una aventura de más de 35 años.

Fue su destacada destreza en la mecanografía y una muy bien cuidada ortografía, lo que de primera instancia le abrió las puertas en el Diario, y es que Teresa Pech Uicab no solo podía mecanografiar una carta de una cuartilla sin errores ortográficos en un santiamén, ella poseía algo especial: ella tenía la vocación de servir, el talento para organizar y el don de la empatía y el respeto por el trabajo de todos sus compañeros.

Hoy, 36 años después, esta leyenda se jubila en medio del reconocimiento, el cariño y la admiración de quienes laboramos en Megamedia.

Con Teresa Pech se cierra un ciclo dentro de la organización donde ella fue siempre un ejemplo e inspiración para todos, la prueba viviente de que cuando existe la voluntad y la dedicación todos somos capaces de alcanzar grandes cosas, el tiempo da la madurez y con ella la experiencia.

Nos abrió las puertas de su casa

Teresa, de 58 años, nos abrió las puertas de su casa, aquella de la que se ausentó muchas horas durante el día para labrarse un futuro y sacar adelante a su familia.

Te podría interesar “Doña Tere” se jubila y compañeros le dan una emotiva sorpresa

Nos platicó lo que fue su vida y su paso por la empresa; y es que a Teresa le sobran los motivos para celebrar pero, infortunadamente, no todo es alegría; a principios de este mes su pareja de toda la vida, José Gonzalo Velázquez García, falleció. Estuvieron casados 38 años.

Ahí, en la sala de su casa, ella y sus hijos levantaron un altar a la memoria de don José, que junto con Teresa ya hacían planes para disfrutar la vida más despreocupada ante la proximidad de la jubilación de ella: pasear, ir a la playa, disfrutar a los hijos y a las nietas; pero Dios se adelantó y lo hizo llamar a su presencia, fue muy doloroso y triste según nos relata la entrevistada, una de esas cosas que no te esperas que el destino te reserve.

Doña Tere y su familia

“Dos semanas después de que murió mi esposo me jubilé”, recuerda.

“El trabajo me lo dieron porque necesitaban una persona que relevara a la secretaria del entonces Director General del Diario, Carlos R. Menéndez Navarrete, así que necesitaban a alguien que supiera mecanografía y buena ortografía, cosas que aprendí en la Academia Marden para secretarias”, explicó Teresa.

“Dos semanas estuve relevando a la secretaria del director; traté en todo momento de estar a la altura de la persona que salió de vacaciones. De ahí pasé a Capital Humano y apoyé el área de Nómina. En aquellos años se pagaba directamente al personal en el edificio central, se hacía en efectivo e incluso en los sobres se incluía la morralla”.

La capacidad de Teresa Pech para adaptarse al trabajo, sea cual fuere este, la convirtió en una de las colaboradoras más solicitadas del área administrativa de la empresa, dio el salto a Circulación, un departamento que tiene que ver con la atención a voceadores, personal de reparto y suscriptores, su día a día era un continuo estar pendiente de las oficinas urbanas distribuidas por puntos estratégicos de la ciudad como en Plaza Oriente, García Ginerés, Castilla Cámara, etcétera. Aún la tecnología era incipiente.

Así a lo largo de 13 años prestó sus servicios en una diversidad de áreas.

Con los cambios al interior del Diario, se convirtió en asistente general administrativa, cargo que alcanzó su momento culminante cuando llegó a Dypaq, socio estratégico de Megamedia y colaboró en el proceso de mudanza de la misma de su antigua sede en la calle 47 con 74 de Mérida a las modernas instalaciones de la carretera Mérida-Uman.

Ya en el nuevo edificio de Dypaq su trabajo consistía en vigilar la organización de toda la flota de vehículos de transporte de la empresa.

“Creo que lo más importante de servir todos estos años a una empresa como el Diario y Megamedia, fue conocer a tantas personas que dieron su vida y su entrega por hacer de esta empresa algo muy especial, una empresa muy humana y empática con sus colaboradores”, comentó

“En lo personal no tengo más que palabras de agradecimiento para Megamedia por la oportunidad que me brindó de servir más de 35 años, en un ambiente donde todos trabajamos y nos apoyamos mutuamente”, dijo.

“Mi hija que padece asma se ponía mal, la empresa me daba todas las facilidades para que yo pudiera atender la emergencia, me daban el tiempo y lo que pudiera necesitar para que ella saliera adelante”, recordó.

“Creo que trabajar tanto tiempo en Megamedia nos permite dimensionar lo que hace especial a una empresa. La empresa no solo es la mejor por lo que el público ve, sino por lo que hace por sus colaboradores”, indicó.

A las nuevas generaciones de colaboradores de Megamedia les pidió que aprendan a darle tiempo a tiempo, a madurar y con ello alcanzar la experiencia, valorar el esfuerzo que hacen para que la empresa sea lo que es: “Respétense mutuamente, apóyense, sean empáticos, responsables al trabajar, perseverantes, pacientes y que las cosas buenas se toman su tiempo pero llegan”.

La recién jubilada planea viajar a Estados Unidos con su hija para cambiar de aires y asimilar el momento que está viviendo.

Los hijos de Teresa son Manuel Gonzalo y Ely Guadalupe Velázquez Pech. Tiene dos nietas: Sahorie y Athenea Velázquez Ortiz.

Síguenos en ¡Al chile! Facebook