Hasta la redacción se apersonó Rubén Coronado acompañado de Ricardo Coronado, padre e hijo respectivamente, quienes se vieron involucrados en un suceso que llamó la atención y encendió las alarmas en el popular mercado  de Santiago.

Tras darse a conocer que, luego de un reporte de locatarios del mercado, agentes de la Policía Municipal de Mérida llegaron para verificar que el joven de 20 años se encontrara al interior de un vehículo, ambos compartieron su versión de lo ocurrido.

Rubén Coronado comentó que su hijo no sufre obesidad, sino que vive con un padecimiento llamado síndrome de Prader-Willi, el cual le produce sobrepeso.

De acuerdo a su relato, la mañana de este jueves acudieron a Santiago para desayunar, actividad que acostumbran realizar, por lo que  ambos son conocidos por las personas del mercado así como por  los “viene, viene”.

Después de comer el padre fue a realizar unas diligencias, pero el joven Ricardo declinó acompañarlo por lo que prefirió quedarse en su auto leyendo una revista, además de distraerse con los juguetes que acostumbra llevar a todos lados para distraerse.

Según lo relatado por ambos, el muchacho llevaba dinero para bajar y comprar lo que necesitara.

El joven comentó que se encontraba durmiendo y cuando despertó se dio cuenta de que los policías le estaban tomando fotografías al coche de su papá, los oficiales se acercaron para preguntarle en donde se encontraba su tutor o padre.

Ricardo añadió que los agentes taparon la ventanilla del vehículo a lo que el joven les comentó que no era necesario, pero aun así lo hicieron.  Además, el joven comentó que no sufrió de ninguna crisis y que los vidrios del auto estaban abiertos, que la policía no le ofreció agua ni mucho menos suero, las botellas que estaban en el auto era una de agua y una de lima que le dejó su progenitor antes de irse.

La razón por la que se encontraba lejos del mercado, según indicó Rubén Coronado, fue por un asunto personal que se encuentra resolviendo.