Municipios como Panabá y Tizimín, han sido los mas afectados, por la muerte de reses.
Las sequía está propiciando la muerte de varias cabezas de ganado, situación que pone en jaque a los ganaderos de Tizimín.
La desesperación por las pérdidas económicas que los productores ganaderos están sufriendo, se empieza a manifestar a través de las redes sociales haciendo al mismo tiempo un llamado al gobierno del Estado para implementar un programa de apoyo urgente.
Más de 500 reses muertas
Mario Mena Narváez pide compartir la publicación que emitió en su cuenta de Facebook para que sean tomados en cuenta ahora cuando más lo necesitan, pues tan solo él ha perdido a 8 reses y calcula que en Panabá de donde es originario se han muerto alrededor de 500 reses.
Entrevistado al respecto, puntualizó que no lo hace con fines políticos, sino por la desesperación de ver como se mueren sus animales y que no cuente con los recursos suficientes para ponerlos a salvo. “Regreso del rancho desanimado, como muchos pequeños productores y ejidatarios que pierden el fruto de su esfuerzo de muchos años”. Indicó el entrevistado.
Programa gubernamental
Recordó que hace algunos meses el gobierno del estado implementó un programa de alimento para ganado al 50% para esta época de sequía, pero no todos tuvieron el dinero para pagar la parte que les corresponde porque a la ganadería le ha tocado una temporada crítica.
Inundaciones
Las inundaciones hicieron que se pudra el pasto, se murieron animales, la pandemia también ha golpeado esta actividad y ahora nos toca la sequía que obliga al ganado a salir a buscar comida en las sabanas o en la orilla de la carretera donde consumen plantas con resina que las enferma y se vuelven anémicas.
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“Hace unos días vendí una res moribunda, no estaba muy flaca pero seguramente comió alguna planta con resina que la dañó y por ese animal me dieron 1, 200 pesos, cuando el precio real es de hasta 12 mil pesos”, afirmó.
Agregó que en su caso pudo tener acceso al programa peso a peso del gobierno del estado, “pague alambre de púas, pero hasta ahora no nos ha llegado, si lo tuviera cercaría una parte de monte donde el ganado puede buscar algo para comer, pero no puedo porque no me lo han entregado”.
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