El proyecto del Tren Maya ha traído tanto beneficios como problemas para ciertas regiones de nuestro estado, Izamal por ejemplo, desarrolló unas muy particulares.
Izamal.- El proyecto de tren maya en la región tiene dos polos opuestos, pues si bien se habla de los beneficios que traerá la obra al terminarse, también se menciona con insistencia la presencia de bandas dedicadas a extorsionar, vendedores de droga y de asaltos en la región.
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Situación sin control
Esta situación se ha vuelto tabú para los pobladores y empleados, ya que por conservar su trabajo la gran mayoría de los obreros se callan algún comentario para evitar consecuencias.
“Sabemos quiénes en Izamal están aprovechando la venta de drogas, igual las podremos encontrar en la obra, ya sea en Kimbilá, Sudzal o Valladolid.”
“Cada vez es más peligroso, en ocasiones hay grupos que te piden para la tanda de la manera más amable, pero si no les das no pasa nada, algún día los toparemos y nos bolsean (quitan) el sueldo, te podemos decir que por ejemplo que en Izamal son jovencitos los llamados burritos quienes en motos recorren las calles para transportar las drogas, decimos de varios porque uno elige lo que quiere comprar.”
“Muchos de nosotros nos somos de Yucatán y admiramos la tranquilidad que había cuando llegamos a trabajar, sin embargo la obra ha atraído al crimen organizado. Sus actividades han alcanzado los tramos en construcción, e incluso varios compañeros han decidido sumergirse en el mundo de la venta de drogas y distribuirlas dentro de las obras.”
Otras problemáticas
Otro de los problemas frecuentes durante los fines de semana en Izamal, Sudzal, Kimbilá, Xanabá, Cuauhtémoc y Sitilpech, es el alto grado de venta de cerveza en clandestinos, el alcoholismo que se desborda y el ruido de equipos de sonido, condiciones propicias para que posteriormente ocurran peleas campales o conflictos violentos.
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