TIZIMIN.- Con un mensaje que pareciera chusco, pero es completamente y unas fotografías que publicó en su cuenta de Facebook, un maestro de la telesecundaria “Yucatán” de la comisaría tizimileña de San Hipólito, Profr. Mateo Díaz Chablé se gana el aprecio de la gente de esta zona e incluso de otras regiones por la labor que realiza en pro del alumnado.

Expresó su enojo

Díaz Chablé expresa su enojo, pues está cansado de realizar gestiones ante las autoridades de todos los niveles para obtener un vehículo que traslade a los 25 alumnos de las comisarías de Teapa, San Juan Km. 4, Santa Elena y Luis Rosado Vega que acuden a este plantel educativo, ubicado entre los límites de Yucatán con Quintana Roo.

El mentor expresa en tono serio su esperanza con el tema de la rifa del avión presidencial: “Se nos presenta la esperanza con la rifa del avión presidencial, juntaremos para la compra de un “cachito‘ “y rogamos la fortuna nos sonría, y ganar el premio mayor…y así dejar de molestar a las autoridades”.

Han solicitado un transporte

“Reiteradamente hemos solicitado junto con padres de familia, población escolar y docentes, el apoyo con un vehículo de medio uso, para el traslado de 25 alumnos de distintas comisarías que acuden a diario a la escuela telesecundaria “Yucatán “de San Hipólito, Tizimín, pero la respuesta ha sido que el presupuesto no contempla ni alcanza para solventar esta situación.

Las imágenes evidencian la forma y el riesgo que pulsan los estudiantes para acudir a su centro escolar.

Díaz Chablé desde hace varias décadas se encarga de llevar y regresar a sus lugares de origen a un grupo de alumnos para que en los días hábiles lleguen puntuales a sus clases, pero sobre todo para que no abandonen la escuela.

Te puede interesar: Sismo soprendió a empleados de Kikil en Tizimín

Para ello sube a los estudiantes, quienes se “acomodan” como puedan, ya sea en el mismo asiento del maestro, en las piernas del copiloto o en la cajuela, el caso es llegar a su centro escolar.

Caminan varios kilómetros

Otros educandos caminan hasta 6 kilómetros para llegar a la escuela sin importar las inclemencias del tiempo y exponiéndose a sufrir algún accidente como el que recientemente se registró cuando el ebrio conductor de una camioneta golpeo ligeramente a uno de los estudiantes, por fortuna, sus lesiones fueron leves.

Por la labor que realiza, el maestro no recibe pago extra y su mayor recompensa es ver egresar cada fin de curso a una generación más sin un alto número de deserción y con las herramientas necesarias para continuar preparándose para darle a su familia una mejor calidad de vida.