Luego de que un conductor atropellara y le arrebatara la vida a una mujer en Polígono 108, la nieta publica una carta dirigida a él
MÉRIDA.-La joven Samantha Quiñones, nieta de la mujer que perdió la vida al ser atropellada en calles de Polígono 108, con profundo dolor compartió en su cuenta de Facebook una carta dirigida al presunto responsable.
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Como recordarán los hechos ocurrieron el sábado en Polígono 108 aproximadamente a las 7 de la noche cuando la doñita y su acompañante estaban cruzando la avenida de la calle 20, a la altura de la 39, cuando fue embestida por un automóvil Attitude.
Como se sabe el responsable huyó del sitio y hasta ahora no ha sido detenido, ante esto la nieta de la mujer que falleció mandó un mensaje al presunto responsable, quien dijo lo habían identificado plenamente.
Carta integra:
Al “asesino” de mi abuela;
Nunca he odiado a nadie, tengo fe y se lo grande que es Dios, sé que por más que huyas la culpa siempre te perseguirá, te perseguirá porque tus actos están hablando de ti y de tu familia porque ella te guardó/ocultó, me da tanta pena que arrastres entre tus irresponsabilidades a los tuyos, que siempre que vean esa imagen de la virgen de Guadalupe que tienes en tu sala que vi desde la calle les recuerde todo lo que la noche del sábado les dije, palabras que hasta hoy en día sostengo, que si huyes como lo estás haciendo la conciencia, la culpa y lo que hiciste esa noche, dejar a mi abuela tirada como si fuera cualquier cosa, nunca te dejé descansar tranquilo, porque aunque no recibas la justicia del hombre, sé que Dios lo hará, tú, yo y todos sabemos quien eres E.E.L.
El dolor que nosotros estamos sintiendo lo sentirás de alguna manera algún día, nos arrebataste a una madre, una abuela, una bisabuela, una amiga, una vecina EL PILAR DE ESTA FAMILIA, a un ser amado por toda la comunidad pero más por su familia.
Por más que huyas, lo confesaste estabas en exceso de velocidad, corriste como un perro cobarde, no intentes engañarte los videos hablan de tu acto, nunca frenaste, preferiste dejar tu coche abandonado esquinas adelante y seguir corriendo como el COBARDE poco hombre que eres.
Y si en algún momento llegas a tener el valor, los pantalones, o al menos arrepentimiento o amor en tu corazón y te entregas, ojalá algún día puedas conciliar con Dios un perdón, porque Dios quiere a los arrepentidos pero recuerda que a los tibios los vomita.
Recuerda que el mundo aparentemente estar muy grande pero es muy chiquito, cuando la conciencia te persigue.
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