balneario Chiquilá

Pobladores se encuentran en alerta tras la presencia de los reptiles en el balneario Chiquilá, piden señalamiento de advertencia

Los comerciantes y pobladores del puerto de Rio se encuentran preocupados por la situación en el balneario Chiquilá, ya que los cocodrilos podrían presentar un peligro para todos.  

Su preocupación se fundó tras una anécdota compartida en redes sociales que describió la tensión que se vivió entre una familia que se bañaba en un ojo de agua; mientras que el reptil los observaba del otro extremo.  

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Ante esta situación un usuario identificado como José Ramón F.N., expresó que en la zona altamente turística, es sabido de la presencia de los reptiles.

Ante la publicación, también se expresó, que la situación ha sido manifestada ante las autoridades Municipales; las cuales no han ofrecido ninguna solución, tampoco se alerta a los visitantes de la existencia del reptil.

Manuel Massa N., comentó que en realidad es la gente quien invade el área natural del reptil

Destacó que los animales se han acostumbrado a la presencia de la gente, debido a que hay personas que desde sus patios los alimenta, al grado de poder domesticarlos.

Varias personas señalan que es necesaria la aplicación de alguna medida o señalamiento que alerte sobre la presencia  de los reptiles

Manuel, agregó que cuando los reptiles detectan mayor afluencia de personas, estos se alejan de la zona y retoman a los manglares que rodean el cenote; donde viven varios ejemplares.

Sin embargo reitero que es necesario colocar señalamientos que adviertan a los visitantes que desconocen esta situación para evitar un tragedia a raíz de la presencia de los reptiles.

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De hecho cuenta que en su establecimiento donde compra mariscos es común que vaya un lagarto a buscar comida; explicó que al subir la rampa le dan pescado y con la misma se retira del lugar.

Heysler Pacheco, es un conocido restaurantero que constantemente comparte imágenes de un lagarto al que han bautizado como “coco”.

Aseguró haber domesticado al animal, además que a casi a diario lo ven frente al restaurante tomar sol sobre los muebles o buscando comida.

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