Poca afluencia de visitantes y bajas ventas en 'Mérida en Domingo'
Poca afluencia de visitantes y bajas ventas en 'Mérida en Domingo'

A diferencia del programa original, en esta reapertura de Mérida en Domingo no se permitió la instalación de los toldos que sirven de “restaurante” 

Artesanos que reanudaron hoy sus ventas en la Plaza Grande con la reactivación del programa Mérida en Domingo tuvieron una jornada de poca afluencia y bajas ventas.

A lo largo de los amplios pasillos donde el Ayuntamiento instaló toldos y pequeñas estructuras de módulos de exhibición y venta se vio 20 puestos inactivos.

Es decir, sus ocupantes no salieron a vender en este primer domingo de al reanudarse el programa, tras el cierre desde marzo pasado por la pandemia del coronavirus Covid-19.

Comerciantes vendieron algunas prendas en Mérida en Domingo

Conforme avanzó el día algunos comerciantes vendieron alguna prenda, pero definitivamente la reactivación empieza con una baja afluencia.

Sin embargo, esto no desanima a los oferentes, sino que les abre la esperanza de que mejorará la situación conforme la gente se entere que ya están de nuevo en la Plaza Grande y empiece a llegar el turismo nacional e internacional.

Poca afluencia de visitantes y bajas ventas en Mérida en Domingo

Julia Castillo Chacón, quien vende juguetes de madera frente al Palacio Municipal, ve lógico que las personas no salgan masivamente por el temor a la pandemia.

Además, añade, porque muchos perdieron su trabajo y quien recibe ingresos los destina para alimentos y cosas más necesarias para la sobrevivencia de su familia.

“La afluencia de gente es baja. Está dura la situación. Después de casi nueve meses de crisis los ciudadanos no tienen dinero”, dijo.

Gasto para alimentos

“Gastan en víveres, en alimentos para vivir, no en comprar juguetes ni ropa, esperemos que con la vacuna (contra el Covid) pronto salgamos adelante”.

La mujer, con más de 25 años en Mérida en Domingo, agradeció al Ayuntamiento que apoyara a los oferentes con despensas y un pago económico desde abril pasado.

Añadió que, aunque ya salieron de nuevo a vender, les queda pendiente de recibir una pequeña cantidad de dinero del apoyo social.

“El Ayuntamiento no nos abandonó y estamos contentas de que nos permitan volver a vender nuestras artesanías, una gotita es una gotita, peor es nada”, dijo la artesana, cuyo esposo de oficio carpintero elabora los juguetes o algún mueble que le encarguen.

Poca afluencia de visitantes y bajas ventas en Mérida en Domingo

Una justa división

En lo particular está contenta con la división de días para Mérida en Domingo porque una semana tocará sábado a un grupo y un domingo al otro y la siguiente semana se invierte el rol.

“Nos encantaría que nos dejaran así realmente, claro el programa se llama Mérida en Domingo y todos queremos estar este día al mismo tiempo, pero está bien que un grupo venga un sábado y el otro un domingo”, indicó.

“Las autoridades actuaron con mucha responsabilidad y este rol alternado es lo justo”, consideró.

“Esperemos que la gente empiece a venir y se dé cuenta que se cumplen todos los protocolos sanitarios y es un lugar seguro para comprar porque es un lugar al aire libre y los módulos están alejados uno de otro”.

Una “muy buena idea”

La joven turista nacional Mariana Lozada Aguilar vino desde el miércoles a Mérida para conocerla y antes de su retorno a Ciudad de México paseó en el tianguis artesanal de la Plaza Grande y compró 2 bolsas tejidas de sosquil de henequén, un material que no conocía.

En sus recorridos en días anteriores compró 10 guayaberas yucatecas que obsequiará a su padre, hermanos y tíos con motivo de la Navidad.

“Me parece una muy buena idea este tianguis artesanal. Creo que en todos los estados de la república se fomenta este tipo de eventos para ayudar a los artesanos y las comunidades”, señaló en una entrevista.

“En estos tiempos de crisis, que nadie se esperaba, un ingreso para ellos y ellas es muy bueno”.

“Veo que la manufactura de la ropa típica es de calidad y bastante buena, el bordado y la creatividad de los artesanos y artesanas es muy bonito”.

Nunca había visto bolsitas de material de henequén y hoy que la vi y toqué no me resistí a llevarme dos. No me llevo ninguna prenda típica bordada, solo guayaberas, pero cuando regrese voy a comprarme blusas bordadas”.

Escasa la venta

María Anastasia Couoh Rodríguez, dueña de un taller de ropa típica de Muna, apenas vendió un par de cubrebocas bordados en las primeras tres horas de reapertura de su módulo de ventas en la Plaza Grande.

Pero su anaquel de elegantes, coloridos y vistosos ternos e hipiles bordados llamaron la atención de la gente que recorrió el tianguis artesanal.

“Es el primer día, no me desespero. A ver cómo nos va, no hay gente”, comentó.

“Algo que se venda, es algo, peor es nada. Ofrezco ternos de bordados a precios accesibles, son de 2,800 esos de lindo bordado y encajes”.

“Los de deshilado son de precios variados, van de $1,500, $1,600 y $1,700 pero son de doble justan, tienen buen calado y están bordados a mano. Está más barato aquí que en las casas comerciales”, añadió.

Poca afluencia de visitantes y bajas ventas en Mérida en Domingo

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Cubrebocas bordados

La adulta mayor contó que ella es originaria de Muna, tiene un taller y una tiendita de ropa de nombre Creaciones Anita, que está en la colonia San Sebastián de ese municipio, y trabajan con ella sus hijas e hijos.

“Hasta los hombres costuran y bordan. Fabricamos cubrebocas de triple capa bordados, es lo que se está vendiendo ahorita por esta pandemia”.

“Ya vendí los dos primeros, es todo lo que ha caído hasta ahorita (al mediodía). Ya empieza a caer algo de centavitos, va a ser difícil el inicio porque mucha gente tiene miedo de salir y perdió su trabajo”.

Igual como sus compañeros oferentes del domingo, le parece justa esta nueva división de que unos se instalen el sábado y otros el domingo y cambien cada ocho días.

“Hoy nos tocó domingo, la próxima semana vendremos en sábado”.

Toldos desinfectantes

Como medida de seguridad sanitaria, el Ayuntamiento de Mérida instaló en los accesos a la Plaza Grande toldos que rocían un desinfectante sobre las personas.

Además, los artesanos disponen de gel antibacterial en cada puesto, los vendedores usan cubrebocas y algunos hasta caretas faciales y la distribución de los puestos son de varios metros para mantener la sana distancia.

A diferencia del programa original, en esta reapertura de Mérida en Domingo no se permitió la instalación de los toldos que sirven de “restaurante” e invaden un carril de la calle 60 y 63 ni la instalación de carritos que venden frituras, marquesitas y helados.

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