El propósito del movimiento “Un día sin nosotras” no fue del todo posible pues, al menos durante la mañana, mujeres de todas las edades fueron vistas en las calles, en el transporte, haciendo compras o en el trabajo.

Si bien no hubo clases en prescolar, primaria y secundaria, y algunos comercios cerraron sus puertas y el tráfico se veía más fluido que otros días, por varios rumbos de la ciudad se vio a mujeres haciendo sus labores cotidianas.

Aunque algunas se animaron a lucir blusas moradas o algún distintivo en señal de apoyo, fueron más las que parecían ajenas al movimiento.

Te puede interesar: Crímenes contra mujeres abundan en estos estados

En los hospitales la actividad fue normal, pero la mayoría del personal lució distintivos en color morado; en la facultad de medicina de la Uady se instaló una lona con la imagen de un moño; la facultad de enfermería lucía vacía con sólo algunos estudiantes varones, y en el edificio del Instituto Municipal de la Mujer se colocó un moño en su fachada.

Comercios como Huacho Martín, Almacenes Peraza y Liz Minelli fueron de las que optaron por cerrar sus puertas en señal de apoyo, pero la gran mayoría trabajó de manera normal, al igual que en el mercado, donde las vendedoras ofertaban sus productos como hacen cualquier día.