El presidente Andrés Manuel López Obrador atendió hoy a numerosas personas que lo esperaron en la puerta principal del Centro Internacional de Congresos de Mérida donde escuchó problemas que enfrentan con dependencias federales.

Apenas bajó de la caminoneta que lo trasladó del aeropuerto al CIC se dirigió a las personas que buscaron su atención detrás de la valla metálica de protección.

“Presidente, Presidente por favor venga por aquí” gritaron enfermeras del Hospital Regional del Issste que demandan el pago de 8 quincenas de adeudo salarial. Sin perder la sonrisa, López Obrador escuchó, recibió las cartas que le entregaron quienes lograron contactarlo y en algunos casos le pidió a Huacho Díaz que las atendiera.

Antes que entre al interior del Centro Internacional, el Presidente les dijo a las enfermeras: les van a pagar. Y como si fuera el milagro que esperaban las trabajadoras, a las 2 de la tarde, mientras el Presidente presidia la ceremonia del Plan Nacional de Salud empezó a fluir la información por los celulares de las enfermeras de que ya estaban pagando 3 quincenas, de las 6 y 8 que les adeuda la dependencia federal.

Hubo otros planteamientos que recibió directamente el Presidente como el despido injustificado de 28 directores del subsistema Cobay, una maestra que no recibe su pago de la Segey, un par de novios odontólogos que no tienen trabajo y un veterano militante de la izquierda que lo conoce muy bien: Rubén Dario Domínguez Nicolin, quien también le entregó una carta.