Tras repunte de contagios, hay más gente en las calles

A pesar de que en los últimos días el número de nuevos contagios de Covid-19 se ha incrementado en la entidad, da la impresión que la gente comienza a relajarse. Y eso se ve reflejado en las calles.

En las calles hay cada vez más gente

En las calles cada vez se ve a más personas ya sea porque tienen que ir a trabajar, porque deben realizar algún trámite o simplemente porque salieron a comprar.

“Yo veo que cada vez hay un poco más. Ya más gente pasa, no como antes, creo que porque estamos en semáforo naranja”, dice José, vigilante de un comercio que tiene una cadena en la entrada para que la gente no entre en estampida.

Usan cinta amarilla algunos negocios

En otros negocios, en vez de cadenas utilizan cinta amarilla como las de las escenas de crimen.

De hecho, en lo que empieza a ser la nueva normalidad, la mayoría de las tiendas no permite la entrada de clientes sin cubrebocas, mientras que otros tienen a alguien asignado para tomar la temperatura de los visitantes o proporcionarles desinfectante.

Solo permiten un determinado número de personas

Otras solo permiten determinado número de clientes dentro, como en una zapatería de los alrededores del mercado donde se formó una fila de unas veinte personas en espera de que les toque su turno para ingresar.

En el pasaje Emilio Seijo, la calle Ancha del Bazar y las inmediaciones de las calles 56, 58, 60 y 62 entre 67, 65 y 63 también se pudo ver buen número de gente, inclusive en ambas vías ya se han instalado algunas personas con discapacidad, tocando un instrumento a cambio de alguna moneda.

Tras repunte de contagios, hay más gente en las calles

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“Yo no salgo constantemente solo cuando es necesario”

Doña Hilda Virginia, quien luce un cubrebocas de fabricación casera, reconoce que como persona mayor no debe salir, “pero a veces tenemos la necesidad. Yo no salgo constante, solo cuando es necesario, pero siempre tomando las medidas. Por eso de preferencia siempre cerca de mi casa hago mis compras”.

La mujer asegura no temerle al Covid-19. “Mi temor sería por mi gente que es más joven. Yo me encomiendo a Dios y que sea su voluntad, pero me cuido por los míos, por eso cuando llego a casa me quito la ropa, me lavo las manos… Son cosas que hay que hacer porque no podemos vivir con miedo todo el tiempo”.

A Víctor Sulub, vecino de la comisaría Noc Ac y que bajó al Centro para realizar unos trámites en el sindicato al que está afiliado, le sorprendió ver mucha gente. “Veo que muchos están afuera y no se están cuidando, y luego escuché que digan que en lugar que (los casos de Covid-19) bajen, están aumentando”.

Abordado en el parque Eulogio Rosado, donde en una esquina un grupo de jóvenes —hombres y mujeres— vende tarjetas de prepago de una empresa telefónica, Víctor también dice no temerle a la enfermedad. “Allá Dios. De tener miedo no, porque por más que nos estemos cuidando si nos va a tocar, nos va a tocar”.

Además, dice, uno no puede estar guardado todo el tiempo. La gente tiene que comer, tiene que ver por su familia, y si no sale, si no trabaja, ¿quién le va a dar de comer?”, pregunta, mientras dirige la mirada hacia la calle 65, entre el Museo de la Ciudad y el Portal de Granos, donde pasan muchas personas camino al trabajo.

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