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La madre de Yomara es Janet Rodríguez Díaz, el pasado 3 de agosto marchó desde el parque de San Juan hasta el Palacio de Gobierno exigiendo a las autoridades su apoyo para recuperar a su hija, de quien no sabía nada, según dijo, desde hace siete años atrás.

“Todo es falso. Jamás me han pegado, ni maltratado y yo quiero quedarme con mi papá”, expresó la joven Yomara C. R., cuya mamá reclamó su custodia la semana pasada, durante una marcha que realizó en el centro de Mérida.

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Declaraciones del padre

Al respecto, Edwuel Manuel Cetina García, padre de la menor, quiso aclarar la situación, pues desde que la señora Janet realizó la protesta, la niña se ha visto afectada psicológicamente, con miedo e insegura. “Ella me pregunta ‘Papá ¿y si me llevan a un albergue?’, tiene miedo, no duerme bien”, expresó el señor.

Se preguntó por qué la mujer apareció después de 8 años, pues la niña jamás ha estado secuestrada, ni escondida de nadie.

“Su mamá siempre ha sabido dónde encontrarla. Jamás se le ha escondido ni se le ha prohibido verla, en cambio ella se cambió de domicilio y no avisó; ya no la podía llevar al domicilio donde se supone la debe de ver porque ya no vive allá, hasta hace poco supimos dónde vive porque mi hija la mayor comenzó a platicar conmigo, supuestamente a escondidas, pero creo ya tenían planeado todo”

Tanto la menor, como su padre, expresaron su intención de acabar con el “show mediático” que ha comenzado la señora Janet con la asesoría de sus abogados con la intención de ejercer presión social, ya que ninguna denuncia ha procedido en su contra.

“De hecho ya está por cerrarse una que interpuso en al Centro de Justicia para las Mujeres”, dice.

Procedimientos legales

Respecto a la manera en la que obtuvo la custodia, el señor calificó de absurdo lo dicho de que un juez se la haya otorgado por haber trabajado en el IDEY, pues jamás desempeñó un trabajo de alto rango como para obtener ese tipo de favores.

“Las circunstancias del momento, lo de la hija en tratamiento, y otras cosas que rodeaban la situación, una de ellas muy delicada, hicieron que el juez me dé la custodia. Ella ni siquiera asistió a la última audiencia”, señala.

“Mucha gente que me conoce me ha estado llamando y ofreciéndome ayuda. Que si juntamos firmas, que si esto o lo otro… pero yo lo único que quiero es la tranquilidad de mi hija”, concluye Cetina García.

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