El rostro esculpido de un guerrero maya fue descubierto en Chichén Itzá, esto durante las excavaciones efectuadas por Promeza
Durante las excavaciones que se efectúan con recursos del Programa del Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), en el llamado Templo 6 de Maudslay, perteneciente al conjunto Casa Colorada de Chichén Itzá, emergió el rostro esculpido de un guerrero.
Fue Diego Prieto Hernández, quien funge como el director general del INAH, quien compartió un video sobre los trabajos que realizan actualmente en Xelhá.
En donde se halló el rostro esculpido de un guerrero, el cual está ceñido con un yelmo de serpiente, con las fauces abiertas y un tocado de plumas.
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Cabe mencionar que, este descubrimiento fue dado a conocer por Diego Prieto Hernández durante la conferencia matutina del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Indicando también que, el INAH apoya la recuperación de la vida cotidiana de las poblaciones guerrerenses, entre ellas Acapulco y Coyuca, las cuales resultaron afectadas por el huracán Otis.
Trabajos de recuperación
Esta labor beneficia a los pobladores, y de igual forma, se ha replicado en la región sureste y en la península de Yucatán, mediante el Promeza, iniciativa que fortalece la infraestructura de 27 zonas arqueológicas cercanas a la ruta del Tren Maya.
Será con esta labor que, se traducirá en 10 Centros de Atención a Visitantes (Catvi) y en ocho museos nuevos o actualizados en sitios como Kabah y Tulum, que estarán dedicados a la Ruta Puuc y la costa oriental de Quintana Roo.
Así como en Calakmul y Dzibilchaltún, y en Chichén Itzá, que al fin contará con un gran museo. Asimismo, Mérida tendrá un nuevo espacio cultural en el Ateneo Peninsular.
Rostro de guerrero Maya
Hernández comentó que el descubrimiento del rostro en una zona de Chichén Itzá muestra el contacto que los mayas de hoy mantienen con su pasado.
Prieto se refirió a este elemento prehispánico como parte de un diseño escultórico mayor, y el cual fue encontrado como parte del relleno constructivo, en el lado este del basamento del Templo 6 de Maudslay (Estructura 3C11).
Las tareas, lideradas por el proyecto arqueológico de Chichén Itzá, permitieron recuperar la pieza de 33 centímetros de alto, 28 centímetros de ancho y 22 de profundidad.
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