Debido a un tratamiento de belleza una mujer tuvo que acudir a Urgencias, debido a que sufrió severas lesiones en sus párpados.
Hanna de 37 años decidió echar mano del maquillaje permanente, para no perder tiempo maquillándose.
Para hacerse un delineado permanente, acudió a una clínica de la calle Harley; al llegar, encontró a una especialista muy “extraña”, que le cambiaba el nombre con frecuencia.
Esta persona no examinó bien sus párpados, pese a que le había informado que su ojo derecho era artificial y que debía tener cuidado.
La encargada le aplicó un gel frío en los párpados y le advirtió que si abría los ojos, podría quedar ciega.
Cuando se miró al espejo, Hanna vio su cara hinchada y púrpura con “ojos como hendiduras”; sintiéndose débil y enferma, se retiró sin pagar tras una discusión.
En el hospital, le dijeron que le “cortaron” los párpados porque los suyos no eran del tipo correcto para el tratamiento y que la profesional, debió parar cuando los párpados comenzaron a sangrarle.
Luego de esto, le diagnosticaron Trastorno de Estrés Postraumático (TEP).
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