Aunque al final no paró el encuentro ante Tigres como había advertido, Veracruz sí protestó por la falta de pagos al no tocar el balón durante cuatro minutos tras el silbatazo inicial. El equipo universitario apoyó la protesta durante un minuto, pero después de eso siguió con su partido, asumió un papel profesional y aprovechó para tomar la ventaja de dos goles gracias a Eduardo Vargas y André-Pierre Gignac.
Tras la segunda anotación, Jesús Dueñas fue a la banca de los Tiburones a pedirles que jugaran, mientras que jugadores como Gabriel Peñalba le hacían evidente su molestia a los elementos universitarios por aprovechar la situación para anotar.
Los jugadores de Veracruz insistían en negarse a jugar, y no fue hasta que los futbolistas de Tigres les pidieron finalizar la protesta.
Para colmo, llegó el tercer gol felino con lo que en menos de 10 minutos, el partido ya estaba resuelto. Al minuto 7 cayó el tercero, de nuevo gracias a Vargas, ya cuando los Tiburones estaban jugando de manera normal.
Veracruz respondió con la anotación de la honra a través de Colin Kazim-Richards.
