Corría el último día del mes de junio cuando un hecho escalofriante ocurrió dentro de la casa de una familia de Sem Reap, en Camboya.
De acuerdo con medios locales, una pequeña murió víctima de los cocodrilos que sus propios padres habían criado en una granja de reptiles que se encontraba dentro de la vivienda.
Se notificó que los propietarios habían construido un muro que dividiera las estancias, pensando que de esta manera no habría peligro alguno.
Pero una de las niñas, de tan solo dos años, escaló la barda y cayó accidentalmente en el lado de los cocodrilos, provocando que estos la mordieran.
En ese momento, la madre se encontraba atendiendo a su hijo recién nacido.
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Fue hasta que el padre de la menor llegó a casa que se percató de lo ocurrido, pero ya era demasiado tarde, los reptiles habían devorado a la niña.
