Se incrementó la vigilancia y seguridad en el domicilio particular del mandatario estatal Mauricio Vila, ante las amenazas de carácter público y recientes hechos de carácter violento en la entidad.
Desde el pasado jueves por la noche, hasta ayer alrededor de las 12 del día, y al parecer ante las amenazas públicas hechas contra el gobernador Mauricio Vila Dosal en los últimos días en marchas y protestas, se reforzó la vigilancia y seguridad en el domicilio particular del mandatario estatal, lo que generó sorpresa e inquietud entre sus vecinos.
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Hechos recientes, causa de esta situación
Una de las últimas protestas, que incluso se tornó violenta y dañaron una de las puertas laterales del Palacio de gobierno sobre la calle 60, fue la que encabezaron el pasado jueves por la noche, por vecinos y amigos de la familia del menor atropellado el pasado domingo en el sur de la ciudad, en la cual se escucharon amenazas de ir a protestar a casa del gobernador.
Anteriormente también en la Fiscalía General del Estado, en un proceso por la detención de una persona involucrada en la falsificación de documentos, también se escucharon amenazas de acudir hasta la casa del jefe del Ejecutivo estatal, para protestar en su contra.
Aunque no se informó de los motivos por las cuales se incrementó la vigilancia en la casa del gobernador y sus alrededores, todo hace suponer que fue precisamente por las amenazas sobre ir hasta a su domicilio a hacerle protestas.
A esa situación se le podría agregar también al hecho de que ayer fueron encontrados seis ejecutados en Quintana Roo, pero cuyos cuerpos los trajeron al Estado y los dejaron tirados a la vera de la carretera a Chikindzonot, como si se tratara de un mensaje del crimen organizado.
El aumento de este operativo de seguridad causo sorpresa entre los vecinos del rumbo donde vive el gobernador, y mucha inquietud, al grado de que algunos se comunicaron a la redacción para preguntar ¿por qué hay tantos policías?, ya que se encuentran en la calle varias camionetas con gendarmes fuertemente armados.
Aclaran los vecinos que no los molestan y hasta se sienten más seguros, pero les extraña e inquieta mucho, y más cuando ven que ya llevaban dos días en las calles frente a sus casas.
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