Durante el fin de semana, un impactante suceso ocurrió en la zona arqueológica de Aké, una mujer refiera haber sido tragada por la tierra
“Inmediatamente me tragó la tierra” dice María O.M en su relato, se trata de una turista franco-mexicana, quien el sábado pasado estuvo a punto de morir en un infortunado accidente que sufrió en la Zona Arqueológica de Aké.
De acuerdo con el relato de la mujer, ella y su familia acudieron al lugar ya mencionado con la intención de dar un paseo por las ruinas; sin embargo, por la hora a la que llegaron, 5 de la tarde, ya no había acceso, entonces decidieron recorrer el perímetro delimitado por unas vallas, hasta que llegaron a un punto en que ya no había límite.
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Caminando entre los árboles la tierra la tragó
Ante esto, los turistas siguieron caminando entre los árboles, pero, de la nada, la tierra se vino abajo y se “tragó” a la mujer.
“Lo que me preocupa es que es un camino que se ve normal y firme. No se ve como una aguada ni nada, pero apenas empecé a caminar por ahí, inmediatamente me tragó la tierra”, dice.
Una de las personas que estaban con esta mujer, relata en un escrito, que la turista quedó cubierta hasta los hombros por agua y lodo. La misma María O. M., cuenta vía telefónica, que trataba de apoyarse en algo sólido que la pudiera impulsar hacia afuera, pero no encontró nada, debajo del agua, que la pueda ayudar a salir.
“No sé cuánto tenga eso de profundidad, pero a mi alrededor no había nada firme”, cuenta. Sus familiares, como pudieron, la ayudaron a salir del hoyo y salvarle la vida.
Debido al susto que se llevaron y el “shock” en que se encontraban, los turistas decidieron retirarse del lugar sin dar aviso a las autoridades, pero le contaron lo que había pasado a una persona de nombre Jesús García que, dice la entrevistada, vive a unos metros de donde ocurrieron los hechos, donde igual hay unas rieles.
No hay un letrero que alerte sobre el peligro del lugar
El habitante de la zona les dijo que cerca de ahí hay un cenote y fue en ese cenote donde la mujer se pudo quitar el lodo que le quedó encima. “Nos llama mucho la atención que no había ningún letrero señalando el peligro de transitar por ese lugar.
Por ser temporada de lluvias y vivir en la región, nosotros sabemos que esos sumideros o aguadas son un peligro real para cualquier persona que transite en las áreas selváticas de Yucatán.
“Lo que nunca nos imaginamos fue que ese camino que parecía firme y que se encontraba a escasos 4 o 5 metros de las vías del tren se tratara precisamente de un sumidero mortal (sic)”, se lee en el relato escrito de uno de los familiares de la mujer.
María O. M., explicó que estuvieron tratando de llamar a los teléfonos del Ayuntamiento de Tixkokob, al INAH y otras dependencias encargadas de preservar estos lugares, pero jamás les respondieron, por lo que lamentaron la situación.
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