La Policía Estatal recibió ayer en la mañana un SOS por disturbios en la vía pública, esto tras una riña entre ijas del gremio molinero. Los hechos se suscitaron en el predio número 542 de la calle 63 del centro de Mérida.
El grupo de chambeadores del maíz y la tortilla, perteneciente a la Casa del Molinero de Yucatán A. C., quiso ingresar al predio mencionado, como cualquier día. Su sorpresa fue mayúscula al encontrarlo con un candado del que ninguno de ellos tenía la llave.
En el lugar también se apersonó otro grupo liderado por Andrés Monsiváis Rodríguez, presidente de la Cámara de la Industria de Producción de Masa y Tortilla, quien por su lado afirma que este es el nombre con el que debería estar operando el gremio molinero y no como la “mal nombrada” Casa del Molinero, porque, dijo, están actuando bajo la ilegalidad.
Mario Núñez Ancona, abogado representante del primer grupo, afirmó que están constituidos legalmente y que no existe motivo alguno por el cual no puedan entrar al recinto del que son dueños los agremiados y que cuentan con todos los documentos que les avalan como propietarios en el Registro Público de la Propiedad del Estado de Yucatán. Ambos grupos dicen ser la asociación que respalda a más de 300 socios, por su lado, los de la Cámara de la Industria de la Masa y la Tortilla colocaron unos documentos en la puerta en los que se cita a los agremiados a una asamblea avalada por Danilo Carrillo Flores, quien es el secretario de la Casa del Molinero de Yucatán A. C. y a quien aseguran los de esta asociación convencieron con mentiras para que firmara dicho documento.
Dimes y diretes
Se desataron dimes y diretes y la policía tuvo que invitar a ambas partes a buscar una solución mediante sus representantes legales, al lugar hicieron llegar a Danilo, quien por su avanzada edad iba acompañado; ya en su presencia se rompió el candado para poder ingresar al predio.
Finalmente el grupo de Monsiváis se retiró y los representados por Nuñez Ancona generaron un diálogo con los agentes policiales para explicar la situación, asegurando que posteriormente se reunirán con un respaldo notarial para aclarar los términos bajo los que se han llevado a cabo las actividades de la asociación civil a la que representa.
