Fotografia de la Edición Impresa

Por razones que los habitantes de la comisaría de Popolá y de la cabecera de Chemax ignoran, viven con una hora de adelanto, ya que a pesar del cambio de horario en el país, desde el pasado mes de octubre sus relojes digitales les marcan el anterior horario, de modo que se hacen pelotas de manera constante.

En el caso de la comisaría de Popolá, cuando una persona viaja a esta ciudad, desde la carretera, es decir en la avenida Zací Hual, al pasar el puente del crucero con el periférico se cambia la hora en sus celulares de manera automática, de modo que viven una hora adelantada.

Los maestros que acuden a sus escuelas en esa comunidad experimentan el cambio de horario en sus celulares, pero debido a que cuentan con sus propios relojes, para ellos son las siete de la mañana la hora de entrada, pero al llegar ya les marca las ocho.

De igual forma, hay algunos trabajadores cuyas empresas están en esa misma zona, quienes señalan que cuando se pasan de un lugar a otro dentro de la empresa se dan cuenta de los cambios de horario en sus relojes.

Estos locos viajes en el tiempo también son un problema para los que salen de sus casas para irse a chambear, se confunden y piensan que están llegando una hora tarde a sus centros de trabajo, por lo que la confusión es constante y no saben el motivo.

En el caso de Chemax, cuando se transita por la carretera federal, pasando el crucero con la población de Xalau, de inmediato cambia el horario del celular de forma automática y luego, cuando se sale del área indicada, se vuelve a modificar, es decir regresa a su horario “normal”.

En esta comunidad hay quienes se preocupan por el cambio en sus relojes electrónicos, pero de igual forma, como tienen relojes de pulso, para ellos es como si vivieran en un “universo paralelo”, ya que no cambia nada y siguen el mismo horario que hay en todo el país.

Aunque oficialmente no se sabe el motivo, la gente afectada piensa que es un error del satélite que va marcando los horarios, pero lo extraño es que sólo es por zonas, dependiendo de dónde se encuentren, pero la confusión es constante, de modo que piden a las autoridades correspondientes no reírse y que corrijan ese error donde sea que esté la falla.