Conductores de vehículos particulares se quejan de incidentes que se registran en la vía de cuota, principalmente en el tramo que comprende entre Valladolid y Cancún en donde, según dicen, les avientan piedras desde los puentes o rancherías que están a los costados de la vía.
Alfredo Cupul, uno de tantos conductores que han circulado por esa vía, dijo que a la altura de un puente ubicado cerca de la población de Nuevo Xcan, a unos kilómetros de donde estaba la caseta de cobro, al circular hace unas noches sobre la vía de repente escuchó un golpe en su vehículo.
Pensó que se le había reventado una llanta o algo había pasado, lo que lo hizo detenerse a casi un kilómetro de donde ocurrió el hecho, y luego de revisar su camioneta se percató que tenía roto el cristal de una de las puertas traseras, por lo que supuso que desde un costado le aventaron una piedra.
Por su propia seguridad no regresó a ver lo que pasó, pero al llegar a la caseta de cobro ubicada cerca de la población del Tintal, Quintana Roo, lo reportó, pero le respondieron que “son vándalos los que seguro lo hicieron” y no se tomaron medidas en ningún sentido.
Vicente Suárez Albornoz, otro que transita en el lugar, comentó que similar situación le ocurrió en el mismo tramo, solo que a él le aventaron una piedra desde el puente que comunica El Ideal con el Cedral, rumbo a Kantunilkín, Quintana Roo, y le rompieron su panorámico delantero, pero tampoco se hizo nada al respecto.
Otros conductores que no quisieron identificarse comentaron que otro problema que han observado en la vía de cuota es el exceso de personas a bordo de bicicletas, incluso de noche y casi nunca llevan alguna señal que permita distinguirlos en la oscuridad. Apenas hace unos días un sujeto fue atropellado y muerto en el kilómetro 92 de la vía de cuota, por donde estaba caminando.
Lo atropelló un taxi de esta ciudad, pero este accidente se debió a que el sujeto caminaba en la vía casi en medio del carril derecho que conduce a esta ciudad, de modo que fue imposible evitar el impacto a gran velocidad.
Comentaron que los ciclistas de repente salen de algún rancho cercano y recorren varios kilómetros dentro de la pista y se meten a otras brechas con el constante riesgo que sean atropellados y meter en problemas a los conductores. Dicen que se les reporta a los empleados de las casetas, pero al parecer no cuentan con personal para supervisar la carretera de lado a lado, de modo que a pesar de pagar una cuota no se ofrece la seguridad que se requiere.
