Fotografia de la Edición Impresa

La tercera no fue la vencida para Juan David Yam Cauich, de 28 años, quien estando ebrio quiso atentar contra su vida al aventarse a la boca de una cueva, pero se quedó atorado a medio camino y al acordarse de que traía celular pidió auxilio.

Según el chisme, Yam Cauich le metió duro y tupido a la cheva en esta Navidad para olvidarse de sus penas.

Como pudo, empezó a caminar por la vía Mérida-Campeche, hasta meterse a una vereda y al avanzar un kilómetro monte adentro con la intención de suicidarse pasó junto a la boca de un pozo y se lanzó.

Juan se quedó a la mitad del camino bien enganchado entre los arbustos de la oquedad.

Al transcurrir el tiempo y ver que no logró su cometido se acordó de que traía su celular y le pidió ayuda a su padre y le contó lo arrepentido que estaba dentro ese hueco. ¡Qué barbaridad!

Su jefe Alfredo Yam, angustiado, dio con el sitio y llamó a las autoridades. Al buen rato asomaron agentes de la Policía Coordinada, paramédicos y hasta bomberos para las tareas de rescate de Juan, luego lo trasladaron de volada a un hospital de Maxcanú para su valoración médica.

Por cierto, el hombre ya había intentado seguir a la Ixtab en un par de ocasiones, pero es salvado por su buen viejo o familia, ¡ya de plano quítate esas ideas de suicidarte que hasta eso no le sale”.