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Un presunto robo cometido en una cantona de Popolá, allá en Valladolid, derivó en un grueso movimiento de agentes, debido a que se reportó que habría sido con violencia, pero luego de investigar resultó que el ladrón forzó una de las puertas de la casa, se metió y se robó cinco escopetas y un teléfono celular.

De acuerdo con información obtenida, ayer lunes por la mañana las autoridades de la comunidad recibieron el reporte de que habían robado en una casa ubicada en a calle 8, en donde el delincuente supuestamente drogó a una mujer para dormirla y llevarse sus tiliches.

Chismes

Primero se manejó la versión de que se habían robado tres escopetas y alhajas de oro y que el ladrón era un sujeto de complexión delgada y llevaba puesto una playera roja e iba a bordo de una motocicleta.

Los policías del pueblo dieron aviso a los estatales y municipales, quienes de inmediato se dirigieron a esa zona, incluso recorrieron la ciclopista que une a esa comunidad con esta ciudad, pues por ahí habría escapado el ladrón.

En la casa de la presunta víctima, cuyo nombre no se dio a conocer, se averiguó que la familia no se encontraba en el predio en el momento del hurto.

Se presume que el ladrón llegó y forzó la puerta delantera de la casa de palos y techo de guano; se agenció de cinco escopetas, una de copitas, dos calibre 12 y las otras dos, calibre 20, además un teléfono

De acuerdo con lo que soltó la víctima, que en realidad es un varón, cerca de un año atrás, una persona de Temozón quería comprarles tres de las escopetas, pero no se las vendieron, de modo que es la única persona que sabe que las armas largas y creen que podría ser el ladrón.

La Policía dijo que hay algunas inconsistencias en la versión de la víctima, pues un sujeto a bordo de una moto no podría cargar cinco escopetas y transportarlas sin llamar la atención; además, habían otros objetos de valor en la casa que el presunto caco no se llevó.

Se pusieron retenes para dar con el ladrón, pero nadie lo ubicó.