La primera ministra quiere que la Cámara dé vueltas al acuerdo para intentar llegar a una resolución para el divorcio entre Londres y Bruselas antes del 31 de octubre.

Esta es la nueva fecha de acuerdo, el día en que los representantes de la UE y Theresa May deben haber llegado a una solución para que no se produzca un Brexit duro.

“Espero que la Cámara aproveche Semana Santa para reflexionar las decisiones que tendrá que tomar después, y así encontrar una solución al actual desacuerdo”, pidió May.

Sin embargo, no todos los que han votado para alargar este acuerdo tienen confianza en que se llegue al acuerdo el 31 de octubre: ya que se podría aplazar como se ha hecho hasta ahora.

Lo que ninguna parte quiere, ni la UE ni Londres, es que se llegue a un Brexit duro: en el que los ciudadanos y países tanto de la UE como del Reino Unido saldrían perjudicados.

Durante esta prórroga el Consejo Europeo ha decidido que el Reino Unido se abstenga de tomar medidas que puedan empeorar los objetivos de la UE, por lo que Londres no podrá utilizar su derecho de veto.

May parece no estar muy de acuerdo con todo lo decidido en este último acuerdo: “los líderes europeos no han impuesto obligaciones más allá de las correspondientes a todos los estados miembros pero el Reino Unido juega un papel esencial en la escena mundial y seguirá haciéndolo”, declaró May.

Jeremy Corbyn, líder laboralista, declaró: las conversaciones con el Gobierno para conseguir un acuerdo sobre el Brexit son “detalladas y constructivas”, pero teme que los conservadores podrían utilizar este proceso para rebajar impuestos y reducir las protecciones laborales de la UE.

La oposición pide permanencia del Reino Unido en la unión aduanera en el futuro y que se respete la normativa medioambiental y laboral comunitaria.

Desde que los ciudadanos votaron sí en las urnas para la separación entre la Unión Europea y el Reino Unido, los instrumentos financieros de estas dos partes también han reaccionado.

En concreto, la libra esterlina, la divisa británica, ha sido la que ha salido peor parada. Por eso, muchos traders han apostado por el trading en materias primas o en otros instrumentos ajenos al Brexit: para poder sacar más partido a todo lo que ofrece el mundo financiero.

Cuando se resuelva el Brexit, habrá que estar atento a cómo reaccionan los instrumentos para operar en lo más recomendable.