Lisa Monk, una mujer que fue sometida a una terapia intensiva, descubrió que nunca tuvo la enfermedad cancerígena

Lisa Monk, una madre de dos hijos, fue sometida a una terapia intensiva. Sin embargo, después de meses descubrió que jamás padeció de la enfermedad cancerígena.

De acuerdo a la mujer de 39 años, en 2022 había ido al hospital porque tenía dolores en el estómago. Los doctores sospechaban que los dolores estaban relacionados con cálculos renales.

De acuerdo a diversas pruebas, la mujer tenía dos piedras en el riñón, sin embargo, también señalaron que tenía una masa en su bazo.

En enero de 2023 Lisa Monk fue sometida a una cirugía existosa para remover la masa. Pese a que todo parecía marchar bien, los eventos tomaron un giro inesperado.

La mujer afirmó que la muestra del bazo fue enviada a 4 laboratorios diferentes para ser analizada. Los primeros 3 resultados terminaron siendo negativos, sin embargo, el 4 dio positivo para una rara forma de cáncer.

Pese a los tratamientos disponibles, el cáncer de angiosarcoma se considera bastante peligroso para quien lo padezca, fue este avanza de una forma muy rápida hasta cobrar la vida del enfermo.

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Sólo tenía 15 meses de vida

“Fue un momento oscuro. Era un cáncer de tipo vascular que se encontraba en el bazo y me dijo que lo más optimista que podía decir era darme 15 meses de vida”

Comentó Monk en una entrevista.

Inmediatamente la mujer tuvo que ser sometida a una quimioterapia bastante agresiva.

Fue referida a un hospital oncológico y tuvo su primera ronda de quimioterapia en marzo de 2023.

Después de perder todo su cabello y autoestima, Monk fue sometida a la segunda ronda. Esta la dejó vomitando y con la piel plateada.

En una cita de rutina Monk recibió una de las mejores y peores noticias de su vida: nunca tuvo cáncer. El informe del resultado estaba equivocado.

Todo fue un malentendido

Vi primero a la enfermera practicante y ella solo me preguntaba sobre mis síntomas y estaba desplazándose por la computadora mientras me hablaba”, recordó Monk. “De repente, dejó de hablar y tuvo esta expresión en su rostro. Se volteó hacia mí y lucía completamente horrorizada y me dijo que necesitaba conseguir al médico y luego salió corriendo de la habitación. Me dejó sola durante unos 15 minutos y luego regresó el médico. Me dijo muchas cosas en lenguaje médico y luego me dijo que no tenía cáncer”.

Monk afirma que después de ver el informe de patología en casa, se dio cuenta de que estaba fechado un mes antes, lo que significa que el hospital tenía la información antes de su segunda ronda de quimioterapia, pero simplemente no leyó el informe hasta su cita.

Ahora, un año después, Monk dice que ella y su familia todavía están enfrentando las consecuencias mentales, emocionales y financieras del error atroz del hospital. Actualmente siguen pagando por el tratamiento.

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