El presidente de EE.UU., Donald Trump, amenazó a China con aranceles y aseguró haber visto pruebas que le permiten afirmar con un alto grado de confianza que el nuevo coronavirus se originó en un laboratorio de la ciudad china de Wuhan, algo que Pekín niega.

Trump hizo esas declaraciones en una rueda de prensa en la Casa Blanca en la que un periodista le preguntó si planeaba cancelar parte de sus obligaciones de deuda con Pekín para castigar al gigante asiático por su gestión de la pandemia, tal y como publicó este jueves el diario The Washington Post.

“podemos hacerlo con aranceles, podemos hacerlo de otra formas incluso más allá de eso, sin tener que jugar a ese juego”

RESPONDIÓ EL PRESIDENTE SIN OFRECER MÁS DETALLES SOBRE LA POSIBILIDAD DE UN CASTIGO.

En la rueda de prensa, Trump volvió a culpar al Gobierno chino del virus, y, en una escalada de tono, apuntó que Pekín pudo haberlo parado pero eligió dejar que se propagara por el mundo.

“Podrían haberlo parado, ellos [China] son una nación muy brillante, científicamente y en otras cosas. Se escapó, digamos eso, y ellos podrían habérselo guardado, podrían haberlo parado, pero no lo hicieron”

AFIRMÓ EL PRESIDENTE ESTADOUNIDENSE.

Así mismo dijo tener pruebas para asegurar que la fuente del SARS-CoV-2 es un laboratorio de Wuhan, donde se detectaron los primeros casos.

En concreto, un periodista le preguntó si tenía pruebas que le permitan afirmar con un alto grado de confianza que el nuevo coronavirus se originó en dicho laboratorio, a lo que Trump contestó: “Sí, sí las tengo y creo que la Organización Mundial de la Salud [OMS] debería estar avergonzada”.

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Trump podría estar equivocado

La OMS ha señalado que, hasta la fecha, se desconoce cuál es la fuente del nuevo coronavirus.

Algunas autoridades chinas han promovido la teoría de que soldados estadounidenses introdujeron la enfermedad. Esto durante su participación en los Juegos Mundiales Militares de Wuhan en octubre.

El espionaje descarta que sea artificial Precisamente este jueves la Inteligencia Nacional de EE.UU. descartó que el nuevo coronavirus sea una creación artificial.

La oficina del director de esa agencia federal, Richard Grenell, destacó en un comunicado que “la comunidad de Inteligencia coincide con el amplio consenso científico de que el virus de COVID-19 no es ni artificial ni genéticamente modificado”.

En 2018, Pekín y Washington se embarcaron en una guerra comercial que llevó a la imposición mutua de aranceles, aunque en diciembre de 2019 llegaron a un principio de acuerdo que permitió que ambos países disfrutaran de unos meses de aparente cordialidad, pero Trump este jueves afirmó que ese pacto es algo “secundario” comparado con el coronavirus.

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