La historia pareciera salida de un pasaje de la biblia, aquella en la que Jesús convirtió el agua en vino pero, en esa ocasión se trató de una fisura en el suministro de agua de una de las bodegas de un viñedo cerca de la localidad.
De acuerdo a las explicaciones de medios locales, la falla en el agua comenzó cuando un objeto atascó la línea de producción del vino Lambrusco por lo que, al acumularse y explotar, el producto terminó filtrándose todo al suministro de agua potable en la localidad de Módena, Italia; por lo que en vez de agua salía vino.
La válvula que debía canalizar el agua comenzó a funcionar de manera inversa, inyectando el vino en las tuberías.
Al notar lo que ocurría, los pobladores decidieron comenzar a embotellar todo el vino que pudieran mientras aún estaba la falla.
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Cubetas, frascos, y diferentes recipientes fueron llenados en lo que restablecían el suministro normal de agua potable y reparaban el fallo en la bodega del viñedo de Setticani.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por reparar lo más pronto la fisura dentro de la bodega, una gran parte de su producción terminó en las casas de los habitantes del pueblo italiano quienes aprovecharon la falta de agua para completar sus reservas.
Aunque el servicio de agua potable se restableció en poco tiempo y se lanzó un comunicado por parte del municipio en donde se disculpaban por el incidente, además de asegurar que el vino no era dañino y estaba libre de riesgos; el error de los viñedos fue más que bien recibido por los habitantes del pueblo de Módena.
