Esta es la extraña historia de Shi Pei Pu, un hombre que engañó al gobierno francés por más de 20 años. Se disfrazó de mujer y hasta fingió tener un hijo
Esta es la historia completa de Shi Pei Pu, un espía chino que engañó por más de 20 años al gobierno francés. Se disfrazó de mujer y sedujo a un embajador francés para sacarle los secretos más ocultos del estado franco. Incluso lo convenció de que habían tenido un hijo juntos.
Primer acto: El amor
Shi Pei Pu nació en 1938, en la provincia de Shandong, China. Fue un excelente cantante de ópera en Pekín, además de un maestro de mandarín, idioma que enseñaba a un grupo de diplomáticos en la década de los 60´s. En 1964 conoció al embajador Bernard Boursicot, un funcionario que trabajaba como contable en la embajada francesa de la capital china.
Al poco tiempo de conocerse, los dos iniciaron una apasionada y tumultuosa relación. Shi le explicó a su amante que realmente era una mujer, sin embargo, su padre la había obligado a comportarse como hombre, pues él siempre había anhelado un hijo varón. Al no tenerlo, tuvo que conformarse con una hija de rasgos y ademanes masculinos.
Ante esta historia Bernard Boursicot aceptó a la “mujer”, pues realmente era un hombre muy poco experimentado en los temas del sexo y del amor.
Segundo acto: La traición
Al poco tiempo de consolidar su amor, Boursicot tuvo que dejar China por un viaje de trabajo y, en ese momento, su amante le confesó que estaba embarazada. Pese a haberse puesto feliz por la noticia, su patria lo forzó a irse por un largo tiempo. En realidad, el espía ya había comprado a un bebé que criaría.
Fue en 1968 que el embajador francés volvió en búsqueda de su “amada” y su pequeño hijo de 4 años. Pese a que en ese momento China estaba viviendo su Revolución Cultural, al joven extranjero no le importó e inmediatamente volvió en búsqueda de su amada y su hijo.
Al reencontrarse con Shi Pei Pu le preguntó que dónde se encontraba su hijo, pues estaba emocionado de por que por fin conociera a su padre, sin embargo, la “mujer” le explicó que lo había enviado lejos para protegerlo de los conflictos armados que implicaba la revolución.
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Prometiéndole que pronto podría conocer a su querido hijo, Boursicot esperó pacientemente a que el ambiente político se calmara. Y fue durante ese tiempo que Shi Pei Pu planeó una estrategia para lograr que el francés le revelara información ultrasecreta. Shi Pei Pu fingió el secuestro de su supuesto hijo.
Si Bernard Boursicot quería conocer a su hijo, entonces tenía que entregar a las autoridades chinas unos documentos que contenía información clasificada sobre su país. Esto significaba traicionar a su país y, sin dudarlo, el francés lo hizo por amor.
Tercer acto: La despedida
Todo se vino abajo cuando Shi Pei Pu y su supuesto hijo Shi Du Du viajaron a París para encontrarse con Boursicot en 1982. Sin embargo descubrieron que el francés tenía otra amante. Pese a esto, los adultos quedaron como amigos ya que el adolescente los unía.
Durante esa época el actor y cantante chino actuó en los escenarios parisienses y empezó a obtener bastante fama, lo cual le ayudó a conseguir una extensión de su visado.
Pero la fama de la pareja causó que el cuerpo de contraespionaje francés comenzara a sospechar, por lo que fueron interrogados y posteriormente descubiertos.
Cuarto acto: El juicio
Ambos fueron acusados de espionaje y en 1968 los condenaron a cumplir su sentencia; en ese momento el juez también ordenó un examen médico para Shi Pei Pu y fue entonces cuando Boursicot supo, por primera vez y después de 20 años, que su amante lo había engañado desde el primer momento fingiendo ser una mujer.
De acuerdo al francés, “Nuestros encuentros sexuales eran rápidos, furtivos y a oscuras” por lo que nunca pudo descubrir el verdadero sexo de su amante y “madre” de su hijo.
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