policía y feminicida
Es buscado por el asesinato y tortura de su pareja sentimental

El policía y feminicida Efrén Hernández Romero, es buscado por la presunta muerte y tortura de su pareja, Susana Cerón. Su familia exige ¡justicia!

Susana Cerón Zenteno fue vista con vida por última vez el sábado 7 de noviembre. Ese día, el policía estatal Efrén Hernández Romero, quien era su pareja, la subió violentamente a su camioneta tras una discusión. 

Susana disfrutaba de una reunión familiar cuando llegó Efrén en estado de ebriedad, lo que motivó un altercado. A partir de las 21 horas, se les perdió la pista. Como sabemos que ocurre en México, tuvieron que pasar 72 horas, como establece la ley, para que se pudiera denunciar su desaparición. El hombre policía y feminicida, fue el último en verla con vida.

Días después, el pasado jueves 19, su cuerpo fue hallado en un terreno baldío contiguo a una transitada vialidad del municipio de Cuautlancingo, cercano a la capital poblana. Tenía 33 años de edad, estaba embarazada y era madre de tres niñas de 5, 9 y 11 años. 

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Doce días de intensa búsqueda

Durante doce días sus familiares, las autoridades y la sociedad poblana en general, se movilizaron en su búsqueda. A través de los medios, la familia pidió a Hernández que recapacitara, que regresara a Susi con bien. Fue en vano. Ambos trabajaban en la Secretaría de Seguridad Pública estatal, ella en el área administrativa y él como policía adscrito al Arco de Seguridad de Huejotzingo.

La periodista Jessica Zenteno, sobrina de Susana y quien cubre el caso para el portal Centralreveló que Susana fue torturada durante nueve días y el día 17 le quitaron la vida. 

A través de su cuenta de Twitter precisó: “Su cuerpo quedó irreconocible, ni su mamá, ni sus hijas pudieron verla por última vez para despedirse”. Dijo que las 72 horas que la familia esperó “para denunciar su desaparición forzada pudieron hacer la diferencia”.

Este sábado, Susana Cerón fue enterrada en el Panteón Municipal de Puebla, entre aplausos y gritos de justicia, luego de haber sido velada durante unas horas en un jardín y en su casa de la Unidad Habitacional Xilotzingo.

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