Sin lugar a dudas la pandemia a causado un efecto tanto físico como psicológico en nosotros, ya sea como para los que lamentablemente contrajeron el virus o como para los que están en alerta constante tomando las medidas sanitarias pertinentes. El síndrome de cara vacía es uno de estos daños psicológicos que nos dejó este virus.
Independientemente del país, el nivel de contagios, la cantidad de decesos y la sepa del virus con la que nos enfrentábamos, el cubre bocas ha sido una constante en nuestras vidas durante los últimos dos años. Se ha convertido en un sinónimo de protección, y el síndrome de cara vacía es exactamente con lo que nos podemos enfrentar si no superamos su ausencia.
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Obligatorio en lugares cerrados y abiertos
Esta medida ha sido mandatoria desde aquel fatídico marzo del 2020, mientras observábamos con cierta intriga y rareza porque en países como Japón usaban cubre bocas en espacios comunes como estaciones de tren o aeropuertos, ahora íbamos a sentirlo en “cara propia” para ir a prácticamente todos lados.
Después de dos años, con varias subidas y bajadas y con una serie de variaciones del virus, nos atrevemos a decir que vamos de salida de esta situación. Incluso algunos estados de la república ya han considerado la medida de “opcional” el uso de cubre bocas en espacios abiertos, dejando en manos de la población su salud física.
¿De qué se trata el síndrome de cara vacía?
Según especialistas, el síndrome de cara vacía se trata de una fobia, y la experimentan las personas que sienten una extrema sensación de inseguridad al salir a la calle sin cubre bocas. Se define como un miedo extremo de mostrar el rostro completo y de volverse a contagiar del virus.
Los expertos aseguran que la única manera de ayudar a estas personas es que experimenten de manera gradual el volver a salir a la calle sin el cubre bocas, ojo, cuando sea seguro, y sientan que no hay peligro alguno.
Tarde o temprano tendremos que regresar a la normalidad a la que estábamos acostumbrados y volverán las prácticas que hacíamos antes, como la de vernos la cara completa, por mas simple que suene eso.
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