La verdadera y triste historia de los viejitos del Titanic

En la famosa película de James Cameron “Titanic”, se puede ver a una pareja de ancianos abrazados mientras el Titanic se hunde. Esta pareja realmente existió y esta es su historia;

Rosalie Ida e Isidor Straus son los protagonistas de esta historia, una pareja que era muy respetada por la comunidad judía, y que por desafortunadas causas del destino, terminarían falleciendo en el Titanic.

Ambos de origen Alemán, contrajeron matrimonia en 1871 y dieron a la luz a siete hijos. En 1893, Isidor adquirió la famosa cadena estadounidense de grandes almacenes Macy’s, volviéndose grandes empresarios.

La pareja se encontraba en Europa, pero debían regresar a su casa en Nueva York. En un principio la pareja regresaría en otra embarcación, pero por una huelga en Inglaterra, algunos viajes fueron cancelados.

Para su mala suerte, fueron notificados que ahora abordarían en el trasatlántico Titanic, y la pareja al recordar todo lo que se decía de aquella embarcación decidieron aceptar.

Con lugares de primera clase y ocupando uno de los camarotes más lujosos y en compañía de sus empleados, fue así como la pareja subió a bordo de aquel buque.

La fatídica noche

La fatídica noche

En la noche del 14 de abril de 1912, sucedió uno de los accidentes más conocidos y catastróficos de la historia, cuando el Titanic impactó contra un iceberg, ocasionando que comenzara a hundirse.

Fue por ello que el caos comenzó en el barco, ya que todos buscaban con desesperación subirse a alguno de los pocos botes salvavidas con los que contaba el barco.

Testigos de esa noche relatan que la pareja estaba a punto de subir al bote, cuando Isidor se percató que todavía quedaban mujeres y niños que no habían sido puestos a salvo, fue entonces que se reusó a subirse ante tal injustica, de que por se de primera clase se le daba este privilegio.

Sin embargo, el heroico hombre le ordenó a su esposa Rosalie que se fuera sin él, para que pudiese salvarse ella. La mujer se negó a abandonarlo, mirándolo a los ojos y diciéndole:

“Hemos estado juntos por 40 años, y adonde tu vayas, yo iré”.

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Abrumado por la situación y sin saber que más decir, el hombre simplemente abrazó a su esposa. Todo eso siendo presenciado por aquellos que ya estaban dentro del bote salvavidas.

Se dice que fueron vistos por última vez en la cubierta del barco, tomados de las manos. El cuerpo de Isidor fue recuperado, pero no hubo rastro el de su esposa.

Cuando los supervivientes llegaron a tierra, quienes estuvieron en el bote anteriormente mencionado, hablaron a los medios acerca de esta historia.

Una de estas pasajeras era Ellen Bird, quién quedo sorprendida por la lealtad y fidelidad de Ida hacia su esposo.

ida isidor

El cuerpo de Isidor fue sepultado en el cementerio de Woodlawn en el Bronx, Nueva York. En la tumba de Isidor podemos leer la inscripción:

“No hay cantidad de agua que puedan apagar el amor, ni inundaciones capaz de ahogarlo”

La historia conmovió al mundo entero y tres años después de su muerte se fundó el Parque Straus en Nueva York, se escogió dicho lugar ya que su vivienda se encontraba cerca de ahí.

Actualmente, este parque es uno de los más visitados de la ciudad y cuenta con estatuas en memoria a Isa e Isidor.

“Enamorados y felices fueron en vida y en la muerte no fueron separados”, se lee en una banca de este famoso parque.

En la película dirigida por James Cameron, se le daría un pequeño guiño a esta conmovedora historia, sin embargo fue eliminada de la cinta. Lo único que quedó fue la corta escena de ambos abrazados en la cama, mientras el agua entra a su habitación.

Escena eliminada de la película “Titanic”, dirigida por James Cameron

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