Entre tantas historias de supervivencia en medio de la pandemia por el COVID-19, surge la de una familia que intercambia piñatas por despensas para sobrevivir.
Se trata de un hombre de la tercera edad; quien intercambia piñatas por despensas para poder darle de comer a su familia. Son elaboradas por él mismo.
Don Isidro tiene 67 años, y fabrica piñatas en Ecatepec, Estado de México, las vende en un puesto en la Avenida Insurgentes.
Isidro, no pudo quedarse en casa, pues de otro modo no podría comer ni darle de comer a su familia. Su esposa Virginia es su compañera de vida y de oficio, con la que pronto cumplirá 50 años de casado.
No se da por vencido, y a veces si no ha podido vender lo que fabrica, ha tenido que recurrir al trueque, intercambiando sus piñatas por algo para comer.
“Nosotros hacemos las piñatas y realizábamos entregas en pequeños negocios pero ahora con esta pandemia ya no nos han comprado”, comenta nostálgico Isidro.
Él entiende que como no está permitido que se realicen fiestas por el riesgo a los contagios, difícilmente se venderán las piñatas.
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Se complica la situación con un hijo enfermo
“Hay que pagar, agua, gas, luz predio, teléfono, alimentos, vestimentas y medicinas para mi hijo , entonces no alcanza y debemos decidir, nos calzamos o nos vestimos o comemos”, relató.
Pues Isidro no solamente debe velar por él y por su señora, si no que hace siete años que uno de sus hijos sufrió una perforación en el pulmón; como consecuencia presenta insuficiencia renal y lo apoyan con sus medicinas y las hemodiálisis para que pueda seguir viviendo, pero está impedido para trabajar.
Esta es una historia más de las miles que existen en torno al coronavirus, aquellos que no tienen el privilegio de poder quedarse y trabajar desde casa. Ya que si no sale a ganar el sustento podría morir de hambre.
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