La juez única de Competición de la Federación Española de Futbol (RFEF), Carmen Pérez, impuso una multa de 300 euros al Barcelona por haber cometido “una infracción leve” del Código Disciplinario en el fichaje del delantero francés Antoine Griezmann, al que eximió de responsabilidad disciplinaria en el caso.

Según la juez, no ha quedado demostrado que el jugador firmara su contrato con el Barcelona durante el periodo prohibido por el Reglamento General de la RFEF (artículo 143) y los contactos entre el Barça, reconocidos por el propio club desde mayo de 2019, y el delantero se produjeron una vez que éste manifestó su intención de dejar el Atlético.