Más allá de la rivalidad en la cancha entre Pumas y América, está el lado humano y Guillermo Ochoa puso la muestra el viernes en Ciudad Universitaria antes del intenso empate a 3 en el Clásico Capitalino.
El guardameta de las Águilas olvidó los colores cuando una pequeña se le acercó a minutos de iniciar el partido y muy amable y sonriente, Memo se dio un tiempo para jugar con ella y entre risas regalarle un tierno abrazo.
Las imagen quedó captada y está rompiendo las redes sociales, dejando muy bien parado al arquero por su noble gesto con la pequeña que portaba el jersey de la UNAM.
Después, ya en el plano futbolístico, Guillermo estaba siendo la figura del juego. Había sacado cuatro ocasiones claras de gol y terminó celebrando efusivamente el empate sobre la hora del cuadro de Coapa.
