cementerio xoclan
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A una semana de las celebraciones del Día de Muertos, los familiares que tienen algún difunto en el Cementerio Xoclán devuelven su colorido al adornar las tumbas que contiene.

Los andadores de las filas de lápidas están libres de maleza porque días anteriores trabajadores del Ayuntamiento de Mérida realizaron el acostumbrado chapeo al interior del Cementerio Xoclán, pero muchas tumbas permanecen en el abandono por falta de pintura o mantenimiento.

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Empiezan los preparativos

Sin embargo, la presencia de cientos de familias que van previo al Día de Muertos ya se nota en el multicolor de las lápidas, tumbas, osarios y en la amplia diversidad ornamental artística que ya tiene nueva pintura. Hoy domingo las visitas al panteón fueron muchas y continuas a lo largo del día, por lo que la actividad fue muy movida.

Unos limpiaron las lápidas cubiertas de hierbas, otros recogieron basura acumulada sobre las tumbas, unos lavaron la superficie de cemento o ladrillo, pintaron al gusto su espacio, lavaron los floreros y los nichos donde colocan veladoras, la mayoría oró y tuvo un reencuentro espiritual con el difunto.

De hecho, la mayoría de los visitantes realizó el trabajo de mantenimiento de mano propia para “tener contacto directo con su familiar fallecido”. “Es un día especial para recordar a nuestros seres querido que ya no están en este mundo.”

Cada año honramos su memoria de nuestros difuntos, queremos que vivan en nuestro corazón y mente por siempre”, dijo Daniel Basulto Sosa, quien pintó con su esposa y su hijo “la casita” donde están los restos de su hijo Rodrigo Leandro, que falleció a los 4 años y medio; y su sobrino de siete meses de nacido.

“Constantemente venimos, pero cada año venimos a orar el día de los difuntos y tratamos que la familia se una más por estos días. Ya tenía 3 años la casita sin mantenimiento por las prohibiciones de la pandemia, ya estaba descascarada la pintura”, señaló.

Testimonios de familiares

Su esposa Wilma Arceo Núñez, quien también pintó la estructura tipo casita, informó que en cada cumpleaños, aniversario de fallecimiento o al menos una vez al mes, visitan la tumba de su hijo especial (nació con síndrome de down).

“Mi hijo me hizo una madre especial, era un niño especial, hoy tendría 17 años”, recordó Wilma Arceo. “Siempre estamos junto a él, cuidando su casita, es parte de mi vida, lo visito constante, me hace feliz visitarlo, yo le rezo a mi hijo”.

La entrevistada informó que en estos días y el Día de Muerto es difícil contratar rezadoras porque no hay muchas, las que rezan tienen compromisos y en la pandemia nadie quería ir a rezar al panteón.

“Es difícil conseguir rezadoras, mejor hacemos nuestras oraciones con lo que uno sabe”, señaló. “Mi hijo es mi adoración aunque ya no esté en este mundo, él está en mi corazón.

Siempre estoy junto a él tratando de tener limpia su casita, le ponemos flores artificiales, le traigo peluches, limpiamos sus floreros y cuando es su aniversario le traemos flores naturales, constante
tiene su lucecita que lo ilumina (una veladora).

“Mi angelito está con otro angelito que es mi sobrinito que nació enterito a los 7 meses, pero falleció y aquí esta sepultado”. Otra familia, la de Silvia Pérez Puc, también realizó la misma tarea de limpieza de la tumba de su mamá que falleció hace 14 años, pero todavía se hace presente con extraños ruidos en su casa.

Esta familia estaba molesta porque los trabajadores municipales que chapearon el pasillo tiraron toda la basura y hierba sobre la fila de tumbas, en la que estaba la de su madre Amancia Matilda Puc Rodríguez.

Retiraron toda la basura de tres tumbas, barrieron la superficie, la lavaron y pintaron el nicho. “Ya está llegando el día de finados y venimos a arreglar la tumba de mi
mamacita”, informó.

“Cada año vengo, de vez en cuando venimos los domingo, pero no faltamos en el día de los difuntos. Aquí me reencuentro espiritualmente con mi mamá, aunque no nos olvidamos de ella ni ella de nosotros.”

Era muy chambeadora y buena abuela. En cada finado le pongo su pib de pollo y su mesa. No le rezamos, no hay rezadoras, son muy pocas las que saben los rezos, pero le hacemos unas oraciones”. “La extrañamos, no se olvida aunque no esté físicamente. Siempre está presente, tenemos sus fotos y sus cuadros en la casa.

Se hace presente de alguna forma, a veces, mis hijos ven cosas y oyen cosas. A mi nunca me ha asustado, a mi hija sí.

Hace unas semanas mi hija oyó que sonó algo en el comedor. Había una silla blanca de plástico junto a la mesa, estábamos acostados y sonó fuerte la silla, como si alguien se hubiera levantado o como si estuviera sentada una persona y se levantara de golpe.

A poco del Día de Muertos, los familiares con difuntos en el Cementerio Xoclán devuelven su colorido al adornar las tumbas.

“Pensamos que era algún gato, pero no, revisamos toda la casa y no había ningún gato, creo que era su espíritu de ella que ya había llegado por el día de muertos”.

Además de la diversidad de figuras construidas en memoria de los muertos que yacen en el panteón, también hay frases memorables pintadas por los familiares, una de ellas que está en la Zona “L” dice: “Xapi, debo decirte que el Cruz Azul es campeón, en memoria de Humberto Trejo Rosel”.

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