Tekantó.- Vecinos del rumbo del cementerio se quejan de los malos olores que genera la quema de sábanas o féretros de madera . Pues afirman que no hay responsabilidad de la gente que viene a sacar los restos de sus difuntos y hacen sus quemas, en otras ocasiones comentan que las dejan tiradas y pasan días hasta que las queman, a veces los perros vienen a jugar con la ropa y sabanas, lo cual resulta peligroso ya que los animales cargan la tierra y se sacuden cuando llegan a sus casas.
 
Santiago Canul dijo: “yo ya no puedo comer Poc-chuc o carne asada, ya me traumó el mal olor del humo de las sabanas del muerto, imagínate despertarse a la hora que uno quiera y ves una caja de muerto por tu ventana, por esa ocasión mis hijos ya no vienen a Tekantó”.