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A consecuencia de un problema internacional, el precio de la carne de cerdo se ha disparado en varios mercados del mundo y Yucatán, uno de los principales consumidores del producto, no es la excepción.

En el mercado San Benito, que opera como centro de distribución a otros puntos de Mérida, ayer se ofrecía a $80 el kilogramo —en promedio—, pero en las carnicerías de las colonias el precio se elevaba a un rango de 82 a 85 pesos.

La causa del problema es la fiebre porcina africana, que ha devastado la producción porcícola de China y ha orillado a este país a buscar la carne de cerdo en otras regiones. Ante la elevada demanda asiática, los envíos a otros mercados —entre los cuales se incluye a Yucatán— se redujeron y, por consiguiente, derivaron en un incremento de precios.

De acuerdo con expertos, en teoría Yucatán no debería resultar muy afectado porque el aumento impacta en la carne importada y hay buena producción local, pero la realidad —explican los entrevistados— es que entre los yucatecos sí se desplaza mucho producto de otros países —principalmente Canadá y Estados Unidos— y los porcicultores locales también subieron los precios al bajar la oferta extranjera.

Salvador Quintal Larrocha y Enrique Cantillo Pino, presidente y secretario, respectivamente, de la Alianza de Abastecedores y Tablajeros de Yucatán, A. C., confirmaron que la epidemia porcícola que azota a China ha derivado en un alza de precios, que en el caso de Mérida es de unos cuatro pesos a últimas fechas.

Los directivos indicaron que, en efecto, el precio del kilogramo en estos días es de 80 pesos o más en venta al público. En la venta al mayoreo —a hoteles y restaurantes, por ejemplo— se alcanza un promedio de $66.

También recalcaron que los aumentos no son atribuibles a los abastecedores locales, sino que se originan en la sacudida que ha propinado la fiebre porcina africana a la producción china. Añadieron que, aunque los socios de la Alianza que dirigen venden carne “caliente”, de cerdos que son sacrificados en el rastro municipal de Mérida, sí han resentido las alzas de los productores y no tienen margen de utilidades para absorberlas.

Salvador Quintal y Enrique Cantillo explicaron que el problema en Asia comenzó a sentirse hace varios meses, pero en Yucatán desde hace tres semanas se resienten los incrementos en los animales en pie y se han visto en la necesidad de aplicarlos al consumidor final.

Según indicaron, la carne de Canadá y Estados Unidos, principalmente, que llega a Yucatán funciona como un estabilizador de los precios, porque al mantenerse éstos bajos obligaban a no subir el producto “caliente”. Con las variaciones recientes, estos ajustes se “movieron”.

Mañana abundaremos en el caso de la fiebre porcina africana y en las declaraciones de los directivos de la Alianza de Abastecedores.