Existe una leyenda negra respecto a unos cuadros de niños que lloran, todo comenzó cuando el pintor de estos cuadros conocido como Giovanni Bragolin, le vende su alma al diablo para garantizar el éxito de sus pinturas, a cambio de este pacto, las pinturas estarían malditas y causarían desgracia a quien sea que colocara alguna de ellas o sus reproducciones en su casa.

Se dice que los niños plasmados en las obras, eran niños que vivían en orfanatos o casas de beneficencia en épocas de la segunda guerra mundial, por eso el sufrimiento de sus miradas…

El primer incidente ocurrió en un orfanato, donde Giovanni había pintado a uno de los niños para después obsequiarles el cuadro a la institución; Tiempo después el fuego arrasó con el orfanato y todos quienes lo habitaban murieron, incluyendo al niño del cuadro… Lo más escalofriante de esta tragedia es que entre las cenizas pudieron encontrar la pintura intacta del niño llorando, la cual alberga su espíritu.

Entre la década de los setenta y los ochenta, incontables desagracias relacionadas con estos cuadros comenzaron a surgir, las tragedias arribaban en diferentes formas desde la mala suerte hasta la muerte, aunque en la mayoría de las veces el fuego consumía las casas y a quienes vivían en ellas, siempre quedado la intacta evidencia de alguno de los cuadros malditos. Los testigos que han sobrevivido a la maldición, cuentan que fenómenos paranormales comienzan a ocurrir con la llegada de los cuadros, por las noches se pueden escuchar prolongados lamentos o siniestras risas de infantes, y se puede sentir como los niños retratados observan cada que alguien pasa frente a ellos.

Uno de los desgarradores testimonios es el de Rose Farrington, quien asegura que desde uno de los cuadros llegó a sus vidas, ella perdió a sus tres hijos y a su esposo. Eran demasiadas personas las afectadas, que incluso en el periódico “The Sun” pidió a sus lectores que les mandaran este tipo de cuadros a su base, para así poder quemarlos bajo la supervisión de los bomberos.

Otra de las leyendas que se cuentan sobre estos misteriosos cuadros, es que si se mira fijamente a los ojos del niño llorando, se puede pactar con el diablo…