Llega Caperucita Roja y le pregunta al lobo:
—Lobo, ¿por qué tienes esa frente tan sudada, los ojos tan ajustados y esos dientes tan apretados?
—Caperucita, ¡déjame zurrar a gusto!
***
Oye José, ¡te estas rascando la cabeza con el casco puesto!
—¿Acaso cuando te pica el cu… te bajas los pantalones?