Surgida de las creencias judías, la leyenda del Dybbuk asegura que un grupo de personas malas, quienes no pudieron reencarnar y ahora vagan por el mundo en busca de un cuerpo para continuar su existencia, habita a nuestro lado. En el Dybbuk ha triunfado el mal, normalmente se trata de las almas de asesinos, violadores o simplemente drogadictos o borrachos.

Cuando un Dybbuk se mete en una persona, es necesaria exorcizarla, después el espíritu es encerrado en una caja de madera con inscripciones hebreas. Es por esto que las cajas de madera que tienen algún tipo de inscripción son muy peligrosas, si se abre por algún motivo, el espectro será liberado y aquel que la abrió será poseído por el demonio que estaba en su interior.