— Mi amor, ¿me veo gorda con el vestido?
—No, te ves preciosa.
—¡No seas mamila! ¡Abre los ojos!
—No quiero. ¡Tengo miedo!
****
—¿Amor, me ves gorda? —No, tienes el cuerpo común.
—¿De verdad, lindo?
—Sí, como un… cerdito.
— Mi amor, ¿me veo gorda con el vestido?
—No, te ves preciosa.
—¡No seas mamila! ¡Abre los ojos!
—No quiero. ¡Tengo miedo!
****
—¿Amor, me ves gorda? —No, tienes el cuerpo común.
—¿De verdad, lindo?
—Sí, como un… cerdito.