El carrito que, luego de llevarse de corbata una moto, estrelló contra una albarrada y la tumbó. Se dijo que dos chavos ebrios lo robaron y los muy bestias le dieron en la torre

Tremendo alboroto armaron unos chavales la tarde del viernes, luego de presuntamente haberse robado un auto, el cual chocaron contra una moto y unas albarradas, haciendo un relajo todavía más y más choncho.

El chisme ocurrió en la calle 63-A entre 69 y 75 de la colonia Sebastián Molas, en Tizimín. El desmáuser se armó cuando Dídier Alejandro Rosado Canul, de 22 años de edad, rolaba en la calle 69 a bordo de un vehículo Ford, de color rojo, placas YXH-044-C.

El joven manejaba bajo los efectos del alcohol. Según boquearon vecinos que presenciaron los hechos, iba en compañía de otro sujeto.

Repentinamente, el ija perdió el control del auto y acabó impactando una moto que se encontraba estacionada, para posteriormente estrellarse en una albarrada.

Al ver lo que había sucedido, los malandrines quisieron darse a la fuga, sin embargo, la Policía Municipal logró atorar a Dídier Rosado, quien fue llevado de volada a la cárcel pública.

Minutos después de haber ocurrido los hechos, llegó al lugar un sujeto junto con unas mujeres quien dijo que el auto era de su propiedad y que momentos antes se lo habían robado.

También arribaron dos gallos, quienes argumentaron que habían sido atropellados por el vehículo que chocó, motivo por el cual se pidió el apoyo del paramédico de la corporación, quien al valorarlos determino que no presentaban lesiones que hayan sido causados por un atropellamiento, únicamente tenían ligeros raspones por alguna caída.

Los vehículos fueron remitidos a la Comandancia municipal para su debido resguardo mientras los involucrados llegan a un arreglo.