Se dice que el origen de la imagen de la Virgen de Carmen en el municipio homónimo, fue el resultado del agradecimiento de un marinero quien estuvo a punto de morir como sus demás compañeros en manos de los piratas.
Se cuenta que un barco zarpó con destino a Veracruz y posteriormente con rumbo a España cargado, entre otras cosas, con oro, cuando fue interceptado por un barco pirata en el que viajaba el mismísimo Lawrence o Lorencillo.
La leyenda del siglo XVII atestigua que los marineros no pudieron escapar de los ladrones de alta mar, por lo que varias millas náuticas después tuvieron que descender y llevar consigo el tesoro.
Al llegar a la orilla se dispersaron y enterraron el cofre con oro. Pero sucedió lo inevitable, pues los bucaneros hicieron una salvaje cacería hasta encontrar al último marinero que se escondió entre las raíces de un árbol seco.
Fue allí cuando el marinero prometió traer una Virgen de España para venerarla si la imagen lo salvaba. Tras varios días de esconderse, finalmente los piratas desertaron la búsqueda del oro luego de haber quitado la vida a la tripulación de marineros.
Sediento y hambriento, se sabe que el hombre buscó ayuda y fue a España a cumplir con su promesa.
