Fotografia de la Edición Impresa

Tía adorada, fíjate que hace unos días empecé a hacer ejercicio, pero es inevitable cruzar frente al puesto de tortas de lechón y no echarme unas. Ya me dijo mi entrenador que no lo haga, pero no puedo.

Miranda Cauich

¡Ay sobrina! te pasas de lanza, lo único que estás haciendo es alimentar más tus lonjas. Lo que puedes hacer es utilizar el método del cochino, el cual consiste en meterte una manzana en la boca y listo, ya no vas a querer tragar más tortas de lechón.