Dos grandes árboles, uno de tamarindo y otro de ramón, cedieron ante los fuertes vientos, se desplomaron en la avenida Itzaes, cerca del Parque de la Paz. Por fortuna no hubo daños personales y en apariencia tampoco materiales.
“No había personas ni coches cuando cayeron, no nos reportaron nada”, chismeó un bombero que acudió al área del desplome. Las secuelas fueron inmediatas, pues los vehículos quedaron encerrados en el carril Poniente de la avenida, en cuestión de minutos el caos vial se registró, prolongándose por cierto tiempo.
Eran las siete de la noche y lloviznaba, cuando cayeron los dos árboles. La Policía y empleados del Ayuntamiento se hicieron cargo del incidente. Controlar el paso vehicular y retirar los arboles fueron tarea que se prolongaría hasta después de las nueve de la noche, según cálculos de los agentes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
