Has escuchado que con un buen plato de mariscos, se levantan los ánimos, y que eso te serviría para mejorar el desempeño en las relaciones sexuales.
No importa como le digas, cuchiplanchear, echar pata, rechinar el catre, brincarle a la hamaca, etc. El chiste es que por si no lo sabías, aquí te aclaramos que los mariscos, sí son realmente afrodisiacos. Te vamos a contar por qué.
Desde la antigüedad hay muchos mitos y leyendas sobre la potencia de los productos del mar. Por ejemplo, la palabra proviene de la diosa griega Afrodita, que nace desde la espuma del mar y diviniza lo sexual, erótico y placentero. ¿Y por qué se ha dicho que marisco es afrodisíaco?
Para chismear bien este mito, primero hay que saber las propiedades y beneficios que tienen los mariscos para transformarlo en el alimento del deseo.
El argumento clave es el aporte energético que entregan los mariscos a tu organismo. Estos productos del mar cuentan con un alto contenido en zinc.
¿Qué tiene que ver el zinc?
Este mineral es el encargado fundamental de crear la testosterona en los hombres y los estrógenos en las mujeres, y muy trascendental para el correcto desarrollo de los órganos reproductores, para el buen funcionamiento de la próstata y de la producción de esperma.
Otro de los puntos clave de este mineral es que una déficit de zinc en el cuerpo puede inhibir el deseo sexual.
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La calidad de sus proteínas es otro factor clave. Las proteínas del marisco son de más fácil absorción que la de la carne roja, por ello ingresan rápidamente a la sangre, lo que a su vez, potencia el funcionamiento hormonal.
Por otro lado, los productos del mar contienen elevados valores de una sustancia llamada “ciclopentano perhidrofenantreno”. Este nombre de rompecabezas es la estructura base de todas las hormonas sexuales de hombres y mujeres.
Así que no es un mito en realidad, los mariscos pueden mejorar tu apetito sexual, pues sus componentes provocan la elevación de las hormonas. Así que ya sabes cuando es hora de un buen marisquito.
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