Gonzalo Montoyadespertó dentro de una bolsa de plástico apenas unos minutos antes de su propia autopsia. El preso había sido tomado por muerto y por ello pide una indemnización de 56 mil dólares (un millón 78 mil 397 pesos) que pague los daños morales.

Fue el pasado 7 de enero del 2018 cuando el director de la cárcel certificó su defunción sin una debida monitorización de la función cardíaca o un simple electrocardiograma, luego de que un oficial lo hallara inconsciente en su celda. 

“No hubo comprobación médica y técnica al momento de determinar su fallecimiento. Lo encontraron con muy baja temperatura corporal y sin señales de respiración pero nada más, fueron los empleados quienes escucharon los gruñidos de la bolsa”, declaró el abogado Luis Tuero Fernández a Univisión