¿Si te has portado mal? ¡No salgas esta noche! Pues el Krampus podría darte encontrarte para darte tu castigo, aquí toda la leyenda
San Nicolás, un santo generoso de origen europeo, entregaba regalos a los niños buenos cada 6 de diciembre, mientras que su tenebroso compañero, Krampus, se encargaba de castigar a los traviesos. Conocido por diferentes nombres en todo el continente, Krampus, el demonio de cuernos y larga lengua, se celebra en la Krampusnacht, una aterradora fiesta antes del Día de San Nicolás.
En la “Noche de Krampus”, Austria, Italia y otros lugares europeos ven a participantes disfrazados de diablos y brujas en la carrera de Krampus, aterrorizando a niños y adultos. Esta tradición se ha extendido a Finlandia, Francia y algunas ciudades de EE. UU y recientemente en México.
Krampus, una criatura con orejas de elfo y cuernos, pertenece al folclore de países alpinos como Austria, Alemania, Italia y Suiza. La leyenda cuenta que, en la noche del 5 al 6 de diciembre, busca a los niños malportados para llevárselos al inframundo, destruyendo sus regalos.
Representado como un íncubo diabólico con cuernos, lengua roja y cuerpo peludo, Krampus merodea en Krampusnacht, haciendo sonar cencerros y cadenas. Su apariencia incluye patas de cabra y una canasta en la espalda para llevarse a los niños malos al infierno.
La tradición de Krampus se remonta a las mascaradas de invierno, donde aldeanos se vestían como animales salvajes. Estas celebraciones han evolucionado en las festividades modernas de Halloween, con disfraces, truco o trato y simbolismo pagano.
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En el siglo XVIII, Santa Claus emergió en Nueva York, fusionando elementos del San Nicolás holandés con costumbres paganas. Aunque adoptó el rol de castigar a los malportados, el temperamento del nuevo mundo no temió a Santa. Sin embargo, en el siglo XXI, Krampus ha resurgido como un personaje de la cultura pop, castigando a los niños desobedientes y dando un giro oscuro a las festividades navideñas.
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